Perspectiva en la cima de la montaña Muestra

Una perspectiva sobre la posesión

En una conferencia de jóvenes a la que asistí hace unos años, el orador pidió a los estudiantes que dibujaran un nuevo animal en sus cuadernos. Algo nunca antes visto. Pidió que usaran todo su poder de imaginación y crearan algo nuevo.

Los dibujos fueron fabulosos, pero el orador compartió un punto interesante. Todos los dibujos fueron poco originales. Todas las criaturas tenían ojos, tentáculos, piernas o cabello. Fue un reordenamiento de los animales que todos hemos visto. Nada acerca de ellos era completamente único.

Esto cambió mi perspectiva sobre lo que significa crear. En el verdadero sentido de la palabra, realmente no puedo crear nada. Solo puedo reordenar los ingredientes dados.

Lo mismo ocurre con mis posesiones. Realmente no puedo ser dueño de nada. Puedo tenerlo prestado por un tiempo, pero no vendrá conmigo cuando muera. No lo traje conmigo a través del útero. El apóstol Pablo dice en el libro de Timoteo: «Porque nada hemos traído al mundo, y nada podemos sacar de él».

Dios es el único verdadero creador y dueño apropiado de todas las cosas. Es posible que durante un tiempo se nos confíen dones, imaginación, emoción y habilidades, pero al final, todo pertenece a Dios. El poder de esta verdad desbloquea nuestra libertad, participación y perspectiva verdadera porque ya no estamos tratando de hacer lo imposible, ni llenamos un vacío que no nos pertenece y que nunca se llenará. La paz y la verdad se encuentran en este hecho: El Señor es el Señor de todo.

Para profundizar más sobre el tema tratado en este plan devocional, lee el libro Globos Amarillos de Tim Dunn. Puedes descargar el documento en inglés desde   http://www.yellowballoons.net/   en el área de Descargas, con el código de acceso Grace