El Padre te ama, por Pete BriscoeMuestra

Día 8

Compasión sincera

Elijo la bondad... Seré bondadoso con los pobres, porque están solos. Bondadoso con los ricos, porque tienen miedo. Y bondadoso con los crueles, porque así me ha tratado Dios. —Max Lucado

Me gustan mucho los pasajes que hablan de la compasión de Dios.

“…El Señor su Dios es misericordioso y compasivo. Si ustedes se vuelven a él, jamás los abandonará”. (2 Crónicas 30:9 NVI)

“El Señor, el Señor, Dios compasivo…” (Éxodo 34:6 NVI)

Versículos como estos muestran que Dios Padre está lleno de compasión por nosotros. Él realmente siente esa preocupación hacia ti y hacia mí.

Ese es un pensamiento muy radical, si lo piensas bien... Compasión simplemente significa “con pasión”, pero considera las implicaciones de estas tres palabras: Dios. Compasión. Tú. El amor de tu Padre Celestial por ti no es mecánico; Él lo siente.

Estuve en Filipinas con un equipo misionero durante la universidad. En un pueblo nos encontramos con un niño con lepra. Todos lo rechazaban: era un intocable. Pero el bondadoso pastor de la pequeña iglesia evangélica de la ciudad lo tocó con sus manos. Él fue el único dispuesto a abrazar el rostro, las manos y las piernas desfiguradas del niño.

Pero nunca olvidaré la mañana en que a la vuelta de la esquina, encontré a este niño sentado en el regazo de uno de mis compañeros, Randy. Randy le había enseñado un juego con las palmas de las manos. Cuando las palmas de Randy hicieron contacto con las piernas del niño, su rostro estalló de pura alegría, y vi una imagen nítida de la compasión de Dios, pero con una gran diferencia... Soy yo el niño sentado en el regazo de mi Dios Padre.

Padre, enviar a tu Hijo a sufrir por mí, ¡fue la mayor forma de compasión! Permite verme a mí mismo, como el niño leproso en tu regazo. Gracias por amarme con una pasión que solo tú puedes albergar, por amarme con plenitud. Por favor, ¡Ayúdame a ver el mundo a través de tus ojos para que pueda mostrar tu compasión al mundo también! Amén.