El Padre te ama, por Pete BriscoeEjemplo

Día 13

Perdón sin culpa

¡Ay! Lo difícil que es no traicionar la propia culpabilidad por uno de miradas. —Ovidio

La culpa es enorme... y pesada. Como un ancla de plomo atada a nuestros pies, los pecados pasados, tanto grandes como pequeños, pueden sumergirnos en un océano de vergüenza. Esto hace que algunos de nosotros creamos sinceramente que nuestros pecados son imperdonables para el hombre (lo cual puede ser cierto) y, a veces, incluso para Dios (¡lo cual no es cierto!). Podemos terminar creyendo que Dios no quiere perdonarnos, o peor aún, que Él no nos perdonará.

Y sin embargo, como tantas veces anteriores, sabemos por la Biblia que Dios es todo lo contrario.

“…que perdona la maldad, la rebelión y el pecado”. (Éxodo 34:7 NVI)

Él es perdonador. Dios Padre perdona al que verdaderamente cree en Él. Lo perdona todo y lo hace completamente.

Tan grande es su amor por los que le temen,
como alto es el cielo sobre la tierra.
Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones
como lejos del oriente está el occidente. (Salmo 103:11-12 NVI)

Probablemente quieras meditar en esto un momento.

La Biblia es una descripción del carácter perdonador de Dios. Culmina en el Nuevo Testamento en la persona de Jesucristo a través del acto de su muerte y resurrección. Todo se debe a que Él es un Padre que perdona.

Él [Jesus] fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. (Romanos 4:25 NVI)

Dios, no soy digno de tu amor, y mucho menos de tu perdón de mi pecado. Muchas gracias por tener compasión, por ser misericordioso, por ser paciente conmigo. ¡No solo miras más allá de mi pecado, sino que me salvas de él! Gracias por tu perdón. Yo creo en que así es. Amén.