El Padre te ama, por Pete BriscoeMuestra
Día 10
La perfecta paciencia del Padre
Señor, dame paciencia y ¡dámela YA! —Desconocido
¿Recuerdas cuando mencioné que las personas con frecuencia construyen su visión de Dios basándose en cómo eran sus padres terrenales? Mientras que muchos de nosotros tenemos padres maravillosos y cariñosos, algunas personas tienen una figura paterna que está constantemente enojada con su familia. Quizás desahogue el estrés de distintas áreas de su vida a través de sus más cercanos y más débiles. O tal vez tiene un nivel de exigencia ridículamente alto con las personas más cercanas, reaccionando irracionalmente cuando no lo alcanzan. Sin importar las razones, los padres irritables pueden llevar a la gente a pensar que Dios Padre es como su padre: enojado con todos y por todo. ¡Eso no solo es erróneo, sino que contradice lo que dice la Biblia!
Dios se reveló a Moisés como el Padre que es “… lento para la ira…” (Éxodo 34:6 NVI). Y David cantó sobre el Padre éstas palabras:
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor… Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos. Él conoce de qué hemos sido formados; recuerda que somos polvo. (Salmos 103:8,13-14 NVI)
Dios Padre es paciente.
Estoy aprendiendo esto de la forma difícil. He realizado algunos entrenamientos de baloncesto a través de los años. Cuando mi hijo Liam era solo un niño en la escuela primaria, con años de aprendizaje por delante, ¡yo esperaba (vergonzosamente) que él estuviera donde yo estaba cuando jugaba en la universidad! Veía lo que estaba haciendo, esperaba algo más, hablaba con él en la jerga de "entrenamiento" y veía sus ojos llenarse de lágrimas. ¡Ahh, cómo quisiera a veces que fuese Dios el que entrenara ese equipo y no yo! Estaba impaciente con él, esperando que fuera lo que algún día sería hoy.
Dios conoce nuestras debilidades. Sabe cómo hemos sido creados y nos da tiempo cuando otros podrían simplemente apartarnos. Sorprendentemente, Él nos ve tal como somos “en Cristo” y sabe muy bien en quién nos está moldeando para llegar a ser. Él reconoce el proceso de desarrollo y crecimiento, y es cuidadosamente paciente con nosotros mientras avanzamos con dificultad en este camino. No sé tú, pero ¡yo estoy tremendamente feliz de que tengamos un Padre así!
Padre, tu paciencia es duradera, profunda y amorosa. No merezco tal acto de amor, por lo que agradezco la preocupación que te mueve a actuar así conmigo. ¡Oro para que esta paciencia se manifieste en mi vida al relacionarme con otros para que vean lo que has hecho en mí! Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Desde el principio se nos enseña que Dios es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos. Pero relacionarse con Dios como Padre no siempre es fácil, especialmente si a nuestros padres terrenales se les hizo difícil mostrar el amor que anhelábamos. En este estudio de 16 días, Pete Briscoe llama nuestra atención sobre el Dios que satisface todos nuestros anhelos de recibir amor, destacando que las Escrituras lo revelan como nuestro Padre bueno y perfecto.
More