El Padre te ama, por Pete BriscoeMuestra
Día 14
La necesidad de justicia
Todo el mundo quiere que se le haga justicia a otra persona. —Bruce Cockburn
En algunas familias, el padre castiga a sus hijos de maneras que no son correctas ni justas. Tal vez es demasiado duro con su hijo por haber hecho un pequeño lío en la casa, o tal vez le oculte algo bueno sin razón alguna.
Los padres terrenales pueden hacer mal uso del poder que se les ha dado. Y si llevamos estas imperfecciones a nuestro concepto de Dios, terminaremos cuestionando su autoridad, sus razones y, en última instancia, su justicia.
Si alguien se hubiera inclinado a pensar que Dios es injusto, ese habría sido Job. Esa persona perdió todo lo que tenía, pero mantuvo la calma y se mantuvo firme en su inocencia. Su amigo Eliú ayudó a darle sentido a todo, afirmando la justicia de Dios:
“Dios paga al hombre según sus obras;
lo trata como se merece.
¡Ni pensar que Dios actúe con maldad!
¡El Todopoderoso no pervierte la justicia!”(Job 34:11-12 NVI).
Él es justo.
Dios ama a su pueblo, pero eso no borra el hecho de que Él también es justo. Él es perfecto, por lo que todo lo que hace es correcto y bueno, lo que significa que no puede pasar por alto el pecado.
Así es que podemos agradecerle que tuviésemos justicia en la Cruz. Ese horrible día en que Jesús pagó el precio para que pudiéramos ser perdonados, el pecado no fue pasado por alto. Ese acto de sacrificio muestra que Dios es tanto amoroso como justo. Si estamos en Cristo, el castigo por nuestro pecado recae en Cristo.
Pero para aquellos que rechacen este regalo, su castigo será rápido y justo.
Padre, no permitas que la injusticia terrenal ensucie la visión que tengo de ti. Dame ojos para ver la Cruz como el lugar histórico donde tu poder, justicia y amor se unieron de forma perfecta para mí. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Desde el principio se nos enseña que Dios es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos. Pero relacionarse con Dios como Padre no siempre es fácil, especialmente si a nuestros padres terrenales se les hizo difícil mostrar el amor que anhelábamos. En este estudio de 16 días, Pete Briscoe llama nuestra atención sobre el Dios que satisface todos nuestros anhelos de recibir amor, destacando que las Escrituras lo revelan como nuestro Padre bueno y perfecto.
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