El fugitivo - La razón por la que corremosMuestra

¿Consecuencias?

Lo que hoy se traduce para nosotros como huir de Dios, es la desobediencia a Dios y las cosas de Él. Entonces, ¿cuáles son las consecuencias de desobedecer a Dios?

Tu desobediencia conduce a consecuencias que afectarán a otros. Esta es la parte en la que no nos gusta entrar, porque pensamos que la desobediencia es un evento aislado, pero no lo es. Las decisiones de desobedecer podrían haber sucedido en un momento de aislamiento, pero la desobediencia afectará a otros en tu círculo. Puede que solo afecte a la persona más cercana, es decir, al cónyuge, familia o empresa, pero tu desobediencia afectará a los demás.

El primer capítulo del libro de Jonás, nos dice de ciertas personas que al principio no les prestamos atención. Jonás subió a un bote con algunos marineros, que tuvieron que arrojar su preciosa carga, por la cual habían trabajado. Esa es una consecuencia costosa en nombre de Jonás. Se acercaron a Jonás, pidieron que orara a su Dios. Pidieron respuestas a Jonás y tuvieron miedo. Ellos invocaron al Señor, recogieron a Jonás y lo arrojaron sobre el mar. Se sacrificaron al Señor e hicieron votos al único Dios verdadero. Todas esas cosas fueron una respuesta directa debido a que Jonás estaba en su bote ese día. Las personas en tu vida están en un bote. Tu desobediencia afecta a tus seres queridos o compañeros de trabajo. El enemigo vendrá y dirá: «Solo haz esto y nadie lo sabrá. Esa es la mentira más grande que puedes comprar, porque afectará a los que te rodean.

Jonás está en medio de la tormenta que es una respuesta directa de su desobediencia a Dios. Aquí hay una gran visión que abordaremos más adelante, pero ten en cuenta que cuando nos descarriamos debido a nuestra desobediencia, Dios muchas veces usa las consecuencias de una tormenta para despertarnos, no hace que paguemos por eso, sino con la intención de guiarnos por la dirección correcta. Eso puede significar que volvemos a nuestro aposento de oración, clamando a Dios, sin saber cómo llegamos aquí y pidiendo volver a la pista. Allí podremos escucharlo decir: «Escucha, tengo un propósito, destino y llamado para ti». Esto hace que la gracia del Señor sea mucho mejor porque Dios nos levanta de nuevo, por lo que Él es, no por lo que somos.