Buscando diariamente el corazón de Dios: sabiduríaMuestra

La riqueza de la sabiduría

La sabiduría es como el dinero, sube de valor a través del tiempo. Si le agregas sabiduría a tu vida constantemente, te conviertes rico en Dios. Por eso es esencial que obtengas la sabiduría más allá de cualquier otra cosa en tu vida. Ser sabio es poder discernir entre el bien y el mal, también es poder entender qué es verdadero y perdurable. La sabiduría es tu aliada para derrotar el enemigo. El diablo se encuentra sin dientes en la presencia de la sabiduría de Dios. No trates de derrotar al diablo con tu propio entendimiento limitado. Más bien, aplástalo con el arma de la sabiduría. Una vida construida sobre el cimiento de la sabiduría puede contra los vientos del cambio y las olas de adversidad (Proverbios 28:26). La sabiduría te mantiene con la perspectiva de Dios. Es un salvavidas para el que se ahoga, brújula para el perdido y una luz en la oscuridad y situaciones confusas.

La sabiduría es como el oro, el oro no se encuentra fácilmente. Tiene un precio. Tiene un precio para descubrirla y adquirirla (Proverbios 16:16).

El cabello canoso no garantiza sabiduría, pero la experiencia te pone en mejor posición para obtener sabiduría. Puedes ser un necio viejo o ser un joven sabio. Joven o viejo, muy inteligente o de inteligencia promedio, puedes obtener sabiduría.

La sabiduría comienza y termina con el temor a Dios. El temor a Dios significa que acoplas tu corazón y tu mente con Sus enseñanzas (Proverbios 15:33). La sabiduría excluye una relación pasiva con Dios. Ser sabio quiere decir que meditas en Su camino y Su verdad. En oración y respetuosamente le preguntas qué, por qué y cómo hacer las cosas a Su manera. Contemplando la Palabra de Dios y el entendimiento de Su verdad, la sabiduría reinará en nuestra vida cotidiana. Por la gracia de Dios, la sabiduría te permitirá tener más opciones para tomar decisiones.

La sabiduría puede tomar una situación compleja y ofrecer soluciones simples. La sabiduría tiene una forma misteriosa de traspasar capas de agendas y motivos, y de llegar al verdadero problema. La sabiduría defiende el sentido común y la verdad sin disparates. Es muy sensata.

La sabiduría se origina en Dios y vive en Él. Él tiene la marca y la patente. Quien quiera asignarse el crédito de su efectividad corre el riesgo de perder el derecho a ella. La humildad templada con la sabiduría te dirige a tomar buenas decisiones. Dedica tu tiempo a escuchar a la gente sabia y aprende de ellos. Te puede salvar de angustias por causa de malas relaciónes o la pérdida de dinero por decisiones financieras erróneas. Sé sabio; escucha a Dios y a mentores sabios.

Obtienes sabiduría para dar sabiduría, comparte sus riquezas con aquellos de buena mayordomía.