Buscando diariamente el corazón de Dios: sabiduríaMuestra

Clama por sabiduría

"Aquí hay sabiduría" (Apocalipsis 13:18a). Se requiere sabiduría más seguido de lo que pensamos. La sabiduría traspasa las emociones y se enfoca en la situación real. ¿Cuál es la acción más sabia? Es una pregunta efectiva para tomar decisiones. "¿Qué es lo mejor para la empresa?" Es una pregunta sabia en relación a los negocios y al ministerio. Muchas veces Dios habla acerca del dinero o la falta de dinero. Así que, si hay necesidad de ajustar el presupuesto, los gastos requieren extrema sabiduría. Lo sabio sería gastar menos y no añadir gastos adicionales. No es falta de fe en este punto. Se trata de ser un buen mayordomo con lo que tienes para que se te confíe más. La sabia administración atrae dadores generosos. 

Los sabios no se desesperan ni son impacientes. El sabio da un paso atrás y evalúa la situación antes de seguir adelante. Por tanto, ¿acudes a la sabiduría constantemente? El entendimiento y la experiencia unidos al sentido común son una gran receta para alcanzarla. Ser sabio es buscar para entender la perspectiva de Dios en todo. Esta es la razón por la cual la sabiduría que se encuentra en la Palabra de Dios es tan relevante para nuestras vidas. 

La Biblia es un tesoro oculto esperando ser encontrado por los buscadores de sabiduría. No solo leas, ores y medites en ella, sino busca también sabiduría (Mateo 12:42). Busca personas de cabello canoso, gente que exhiba sabiduría. Los sabios te ayudarán a dar validez al entendimiento que empiezas a adquirir de tu estudio de las Escrituras. Lee libros y escucha mensajes de hombres y mujeres sabios. Si pasas suficiente tiempo en la presencia de ellos, algo se te quedará. Clama a la sabiduría cada vez que puedas. Sé sabio en tus relaciones. Sé sabio con tu dinero y tu tiempo. Cuando menos lo esperas, tu sabiduría atraerá a otros con hambre de ella. 

Es más, la joya de la corona al adquirir sabiduría es el temor de Dios. "El principio de la sabiduría es el temor al Señor; los necios desprecian la sabiduría y la enseñanza" (Proverbios 1:7, RVC). El temor del Señor te pone en pos de recibir sabiduría.; si no temes a Dios, no tienes sabiduría, es por eso razón que el mundo está lleno de necios. Hemos perdido el temor de Dios y la sabiduría nos elude. El temor de Dios es una incubadora de la sabiduría y Dios la otorga a los que le temen. 

Ama a Dios, pero témelo. Adora a Dios, pero témelo. Aprende de Dios pero témelo. Sirve a Dios, pero témelo. 

Ese temor te califica para obtener sabiduría. No sea que te sientas acostumbrado a Él y pierdas el temor de Dios, esto no es sabio y te lleva a la necedad. La sabiduría espera tu llamado a cosecharla. Arráncala y disfrútala como una fruta madura en un día caluroso de verano. Prueba y ve que es buena, nadie se queja por haberla obtenido en exceso. Clama a la sabiduría constantemente, busca a los sabios, y pídesela a Dios y a ellos. Eso es propio de los sabios.