Buscando diariamente el corazón de Dios: sabiduríaMuestra

Sabiduría desde la humildad

La sabiduría está envuelta con humildad, es una parte intrincada de ella. Incluye un enorme monto de valioso contenido; ciertamente, es uno de los recursos mas reverenciados. Si deseas sabiduría, debes apropiarte de la humildad en tu corazón; ella entrega sabiduría como un chofer a su cliente, ya que la sabiduría viaja con la humildad de varias maneras. Los humildes entienden su necesidad de Dios, anulan la noción del auto nombrado gurú que pretende saberlo todo. La humildad reconoce claramente su necesidad de que los pensamientos de Cristo se unan a su inteligencia. La humildad es suficientemente inteligente como para confesar lo que no sabe. 

Mucho de la vida está fuera del alcance de la razón humana, de lo que capta; no somos lo suficientemente objetivos para discernir las mejores opciones con nuestro entendimiento limitado. Necesitamos la sabiduría de Dios para lavar nuestro pensamiento y recibir Sus justos preceptos, la humildad nos posiciona para recibir sabiduría de Dios y de otros. Es un proceso de crecimiento. Incluso Jesús creció en sabiduría (Lucas 2:52).

El orgullo nos impide recibir sabiduría. Es como si el jugador de primera base del béisbol estuviera en el campo izquierdo; estaría fuera de posición en cuanto se batee la pelota ya que nadie estaría en primera base para recibirla. Sin humildad estás fuera de posición para recibir sabiduría, incluso puedes desear recibirla pero sin ella tendrás una profunda carencia de instrucción divina. Es poco usual que Dios imparta Su sabiduría a una persona orgullosa porque sabe que no puede ser confiable. ¿Por qué confiaría esa valiosa información a alguien que la despilfarre o la gaste en sí mismo? Dios sabe que el humilde de corazón será un buen administrador de ella. La humildad pone en el corazón un hambre por sabiduría y la agita hasta encontrar bocados de ella. 

Solo tú puedes equilibrar tu dieta de consumo de sabiduría, nunca volverás a la comida chatarra de la mundana sabiduría (1 Corintios 1:20-30). La sabiduría del mundo está basada en el orgullo, es una lucha de poder sobre quién puede ser suficientemente astuto o el más rápido en burlar a su oponente. Todo es competencia para él, tontamente compite por posición a través de su propia fuerza. El humilde, es paciente al esperar en Dios. La profundidad de diligencia y determinación acompañan a la sabiduría nacida de la confianza humilde en Dios. La vergüenza es la compañera de viaje del orgullo. Puede que el orgullo te dé lo que deseas pero con una imagen de vergüenza en tu memoria retrospectiva. 

Es mejor ser sabio y seguir los caminos de la sabiduría. La sabiduría te permite descansar bien, te da gracia; te da resultados sin arrepentimientos. Por tanto, humildemente invita y acepta la amable gracia de Dios.