Superando las tentaciones: Lecciones de la vida de JesúsMuestra

La Primera Tentación de Cristo

En el corazón de la primera tentación está la pregunta, ¿dónde debe estar la dependencia de uno? La tentación que presentó el diablo en un momento en que Jesús estaba en un estado muy vulnerable fue: “Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”. Por supuesto, no hay nada de malo en comer. Vemos una y otra vez a Jesucristo comiendo con los discípulos, alimentando a los cinco mil y la Eucaristía misma implica comida. Pero en esta tentación vemos al maligno incitando a Jesús a hacer de la comida la máxima prioridad. Que en lugar de depender del Padre, depender únicamente de Él mismo y actuar en su poder como hijo de Dios. Ejercer control sobre el mundo natural aparte del Padre.

Pero vemos a Jesús (aunque en un estado vulnerable) sometiéndose al Padre. Cita del Deuteronomio que el hombre no vivirá solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Muestra que aunque tiene el poder de ejercer control sobre el mundo natural, actuaría solo en sumisión al Padre. Eligió depender de Dios el Padre sobre Su instinto básico de comer.

Muchas veces tenemos ganas de tomar el asunto en nuestras propias manos. Sentimos que porque tenemos los medios para hacerlo, podemos hacerlo. Pero la dependencia de Dios supera todo lo demás. Aunque sentimos que tenemos los recursos para hacer una determinada tarea o sentimos que somos lo suficientemente capaces por nosotros mismos, primero debemos someternos a lo que Dios quiere que hagamos y luego proceder. En Mateo 6:33 Jesús dice buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Dios es y debe ser siempre a quien le damos nuestra máxima lealtad, todo lo demás procede de Él.