Luz en las Tinieblas Muestra
Día 5
Uno de mis versos favoritos de 1 Juan es este: "Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El", (v.1). La mayor evidencia del amor del Padre para nuestras vidas es vista en el regalo del Hijo. Cuán grande amor nos ha dado el Padre en que siendo pecadores, siendo sus enemigos, Él se desprendió de su Unigénito para que podamos ser llamados hijos de Dios (Ro. 5:10).
Cuando somos hechos hijos de Dios, se nos da una nueva naturaleza, una que es distinta a la del mundo, lo que hace que les seamos completamente extraños. La misma Palabra nos llama "peregrinos y extranjeros" (1 Pedro 2:11 ; Hebreos 11:13).
Este capítulo 3 de 1 Juan continúa presentando la realidad de que somos hijos de Dios, pero ahora añade algo más de lo que el creyente podrá disfrutar:
"Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a El, porque Lo veremos como El es" (v.2).
El hermoso estado actual del creyente como hijo de Dios no es todo lo que llegaremos a ser. Juan nos enseña que cuando Cristo se manifieste, en su regreso, seremos semejantes a Él. Seremos hechos conforme a su imagen, ya no habrá más pecado en nosotros ni sus consecuencias. Ahora, que vayamos a ser hechos conforme a su imagen no quiere decir que seremos idénticos a Él. Él es y seguirá siendo Dios: nosotros no lo somos ni lo llegaremos a ser.
El creyente debe tener su esperanza en el regreso de su Rey, Cristo Jesús, pero esa esperanza debe producir un resultado en nosotros: "Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro"(v.3).
La esperanza de que Él regresará y llegaremos a ser como Él debe llevarnos, mientras esperamos, a imitarlo en su santidad. El estándar de nuestra pureza es Jesús (1 Pedro 1:15).
¡Cuán grande amor nos ha dado el Padre! ¡Qué gloriosa esperanza es que Él regresará y cuando Él venga Él hará nuevas todas las cosas y eso que habremos de ser nos será mostrado. Una vida semejante a Cristo, una vida donde el pecado no estará presente. ¡Ven pronto Señor Jesús! Pero mientras te esperamos ayúdanos a vivir una vida que sea de tu agrado.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura está basado en el estudio bíblico "Luz en las Tinieblas" de Patricia de Namnún. Una de las cosas que como creyentes necesitamos aprender a hacer es caminar como es digno del Señor, llevar una vida de santidad; y esto se va dando en la medida en la que nos acercamos a Él. Dios y las tinieblas son totalmente opuestos. Caminemos juntos en Su luz.
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Queremos agradecer a Lifeway y Broadman en conjunto con Holman Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://lifewaymujeres.com/