Guía tu mente, guarda tu corazón y cuida tu lenguaMuestra

Las mujeres que se “van de boca" y por consiguiente tienen problemas controlando su lengua son comunes en cada generación, y pueden ser encontradas en cada coyuntura de la historia humana. 

De su dolor emocional, Sarai ideó un plan humano para Dios y para su esposo. Dios ya le había prometido a Abram que tendría un hijo, así que tal vez Sarai solo estaba tratando de ayudarlo controlando las acciones de su esposo con sus palabras. Podemos aprender de la vida de Sarai que Dios no necesita nuestra ayuda u opiniones para cumplir Sus promesas. Él es capaz de cumplir las promesas que ha hecho sin nuestra intervención. ¡Dios cumple cada promesa que Él hace, y no necesita nuestra manipulación humana o control para hacer el trabajo!

Cuando una persona elige hablar desde un corazón lleno de desilusión y dolor, eventualmente las palabras de culpa comenzarán a fluir también. Sarai estaba llena de resentimiento, envidia, y remordimiento. El grito de su corazón era:¿Por qué sugerí que Agar y Abram tuvieran un hijo juntos? ¿Qué estaba pensando? La respuesta es que Sarai no estaba pensando, ella estaba actuando emocionalmente. Sus emociones inapropiadas e impías habían salido de su boca en un esfuerzo para manipular y controlar. 

Aunque Dios restauró esta situación y les dio a Abram y a Sarai, (cuyos nombres Él cambió a Abraham y Sarah para reflejar sus propósitos para ellos), el niño que les había prometido, esta pareja de ancianos aún tenía que digerir el fruto de la boca de Sarah. El hijo de Abram y Agar, Ismael, se convirtió en el padre de las naciones Árabes, mientras que Isaac, el hijo de Abraham y Sarah, se volvió el padre de Israel. Las desilusiones de Sarah y los problemas de control verbal han repercutido a lo largo de los siglos, para que, miles de años más tarde, la sociedad aún esté lidiando con el sindrome de Ismael e Isaac. 

Las mismas mujeres que tienen problemas para dominar su lengua, también tienen problemas creyendo las promesas de Dios. Si una mujer realmente encierra su vida en las promesas del Padre, es evidente en el patrón de su habla.

Aplicación personal: ¿Qué harás la próxima vez que estés tentado a darle consejo a alguien (o tan solo desahogarte con alguien) basado en tus emociones crudas en vez de la fe y la palabra de Dios?