Guía tu mente, guarda tu corazón y cuida tu lenguaMuestra
Cuando hablas la palabra de Dios sobre la gente, cuando transmites palabras de bondad, cuando eliges ser positivo en lugar de negativo, y cuando bendices a otros incluso ante el trato cruel, la Biblia dice que recibirás vida, tus palabras no sólo tienen el poder de declarar vida o muerte cuando salen de tu boca, sino que también sirven como receta para tu vida. Y algún día tendrás que tragarte tus palabras, ¡Te guste o no!
Las palabras que eliges para hablar en momentos de emoción intensa y de tremenda decepción estan sembrando los cultivos para tu futuro; las palabras que salgan de tu cavidad oral determinarán la cosecha en tu vida que eventualmente disfrutarás u odiarás. Si abres los labios de par en par y dices lo que te apetese en el momento, te estas preparando para la destrucción. Tienes el poder de destruir tu vida con palabras venenosas, impacientes e iracundas.
Recuérdate a diario y en cada situación de estrés que tus palabras tienen la capacidad de determinar tu propio destino. No permitas que tu lengua tenga un estilo de vida libre, sino ponle límites estrictos establecidos por tu mente, que ahora piensa en los pensamientos de Cristo, y por tu corazón, que está extremadamente bien guardado por la Palabra de Dios. Tu mente le da a tu boca el material para hablar, y tu corazón es el motor que pone en marcha tu boca.
Si no piensas en algo, nunca lo dirás, y si no sientes algo, nunca lo hablarás. El único diccionario del que extraes las palabras que puedas decir debe ser la Biblia
Aplicación Personal:Si tu lengua se ha descontrolado, ya sea por costumbre o por una situación reciente de estrés, pide a tu Padre Celestial que te perdone según el sacrificio de Jesús por ti y que te ayude a aprender a hablar palabras de gracia y vida, sin importar las circunstancias.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cada uno de nosotros ha pronunciado palabras "bajo la influencia" de sentimientos distorsionados y pensamientos confusos. Y pronto desearíamos tener el poder mágico de retirar esas palabras. Son nuestros pensamientos y emociones los que determinan qué palabras salen de nuestra boca. "Guía tu mente, guarda tu corazón y cuida tu lengua" te permitirá tomar el control de tus pensamientos y sentimientos para darle gracia a tu lengua.
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