Guía tu mente, guarda tu corazón y cuida tu lenguaMuestra

Es tiempo de que saques tu lengua y digas, “¡Ahh!” ¿La tienes? ¿Tienes una “enfermedad de la boca"? ¿Estás infectado con una “bacteria oral” de la peor clase? 

Estamos definidos por las cosas que salen de nuestra caja vocal. Nuestras palabras tienen la propensión de dirigirnos, definirnos, y manejarnos. La cruda realidad es que, algún día en un futuro no muy lejano, te verás forzado a comer del fruto de lo que has elegido decir. 

Cuando lidias con la lengua, tienes dos opciones: puedes hablar vida o puedes hablar muerte. No hay un punto medio entre esas dos opciones. No hay un área gris cuando se trata de las palabras que hablas. Eso es todo. Solo vida o muerte. ¿Cuál de las dos eliges? Cuando entiendes que tienes el poder de hablar vida o muerte en cada momento de tu existencia, subrayarás el hecho de que controlar tu propia lengua será uno de los esfuerzos más vitales de tu vida. 

La palabra hebrea que traduce “muerte” en Proverbios 18:21 significa “enfermedad fatal o pestilencia.” Cuando eliges decir palabras de enojo a una persona, cuando seleccionas ser negativo y crítico, o cuando decides ser chismoso, podrías estar exponiéndote a ti mismo y a aquellos que están a distancia audible de tus palabras, a una enfermedad altamente contagiosa y fatal. 

La palabra “muerte” en Proverbios 18:21 también puede significar “violencia o destrucción.” Las palabras que elegimos decir a otra persona que está hecha a la imagen y semejanza de Dios puede de hecho causar daño a su alma y puede destruir su futuro. 

¿Qué le están haciendo tus palabras a la gente que más amas y mejor conoces? ¿Tus palabras están infestadas con ideas negativas y actitudes destinadas a infectar a aquellos que amas con enfermedades mentales y emocionales como inseguridad, rechazo, y falta de desarrollo?

Aplicación personal: ¿Qué efecto piensas que están teniendo tus palabras en las personas que más amas y mejor conoces? ¿Qué efecto están teniendo en ti?