Misión apostólica del discipulado IMuestra
La gran «omisión»
El capítulo 28 de Mateo, en sus últimos versos, ha sido la inspiración de generaciones de misioneros con su mandamiento de «id y haced discípulos a todas las naciones». Guillermo Carey, el padre de la misión evangélica moderna, recibió inspiración de estos versículos hacia el final del siglo XVIII, para dedicar su vida al servicio de Dios. Su principio fue: «Espere grandes cosas de Dios, intente grandes cosas para Dios».
Así que, salió para la India e inspiró a otros miles a hacer lo mismo. Antes del tiempo de Carey, se pensaba que el mandamiento se dirigía solo a los discípulos de Jesús, y que no tenía relevancia más allá de la iglesia primitiva. Carey más bien creyó, que le hablaba a él personalmente y que Jesús le daba una orden directa de ir en su nombre. Él y otros como él, entonces, hicieron del «id», el enfoque principal de su misión. Se fueron con visión, compromiso y confianza.
Ser misionero significaba llevar el evangelio a otro lugar, y cuanto más lejos se iba, más misionero se llegaba a ser. Esto se constituyó en el «modelo geográfico» de la misión. No sería posible ser un verdadero misionero sin ese sacrificio de dejar atrás su propia cultura, e ir a los extremos de la tierra si fuera necesario.
Es importante reconocer que «ir», no es el verbo principal de estos versículos. En realidad el único imperativo es el «haced discípulos», y las demás formas verbales son participios. Esto significa que la misión, es fundamentalmente, «hacer discípulos».
Para asuntos prácticos de la vida en Cristo, es necesario reconocer las implicaciones de este importante cambio de perspectiva. La iglesia, puede hacer la misión en el mismo lugar donde se encuentre (su propio mundo), porque no tiene que ver tanto con el «ir», como con el «hacer discípulos». Puede ser necesario e importante ir, pero la meta, el objetivo principal, es hacer discípulos. El énfasis de la Gran Comisión en Mateo, recae en el único imperativo, «haced discípulos».
Tomando como punto de partida lo que Cristo estableció en dicha porción bíblica, lo que comúnmente hemos llamado la gran comisión, (pero por lo visto en la motivación y sus resultados, más bien parece ser la gran omisión); es pertinente considerar los cuatro «todos», que allí se enuncian, y observar los siguientes aspectos, que estaremos estudiando en el segundo día de este devocional.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este devocional, nos muestra como la gran comisión no se trata solo de «ir». Por lo mismo, es importante reconocer que «ir», no es el verbo principal de dicha comisión. En realidad el único imperativo que encontramos en ella, es el «haced discípulos», y las demás formas verbales son participios. Esto significa que la misión apostólica del discipulado, es fundamentalmente, «hacer discípulos».
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Queremos agradecer a Basilio Patiño de acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.redrema.org y http://www.elcentronetwork.com