Desarrolle El Corazón De Dios Para Los DemásMuestra

¿Soltero?

En el devocional anterior, vimos 1 Corintios 7:1–5 y la importancia de la intimidad sexual entre las parejas casadas. Hoy quiero continuar con los versículos 7–9 de este pasaje para dirigirme a las personas solteras: 

En realidad, preferiría que todos fueran como yo. No obstante, cada uno tiene de Dios su propio don: éste posee uno; aquél, otro. A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. Pero si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión. 

Si usted es soltero, y anhela tener intimidad física, si a veces batalla con su sexualidad y se quiere casar, entonces sí es la voluntad de Dios que usted se case. De hecho, le puedo decir que usted no tiene el don al que Pablo se refiere de quedarse soltero. 

Por otro lado, quizás usted esté soltero y esté completamente contento, sin ningún deseo de casarse. Necesita saber que eso no significa que haya algo mal en usted. Quizás usted sencillamente esté operando con un don que Dios le ha dado. De hecho, Pablo lo dice mejor. Usted puede servir al Señor sin distraerse. 

Si usted no tiene ese don, yo pienso que entonces es la voluntad de Dios que usted se case. Si usted es torturado con un deseo insatisfecho, es mejor que se case.

Eso no quiere decir que se tiene que casar con la primera persona con la que le gustaría tener relaciones sexuales. Tiene que tomar eso en el contexto del consejo de Dios. Necesita reconocer que el matrimonio es el compromiso más sublime entre dos personas. Nadie debería entrar al matrimonio ligeramente o solamente basado en la atracción física. 

Pero si usted está soltero y desea casarse, realmente creo que Dios tiene alguien para usted.