Encontrando descanso en un mundo atareadoMuestra

María había elegido estar cerca de Jesús, sentarse a Sus pies. 

En contraste con Martha que miraba a las personas en la casa, a su lista de tareas y a su propio sentido de justicia, María estaba sentada en el piso, mirando hacia Jesús. 

Su postura era de total humildad, su lenguaje corporal decía: "Te necesito, Te necesito", en lugar de: "Lo entendí".

En esa humildad, de confiar en Dios y no en sus propias capacidades, María se quitó la presión de encima. 

Ella estaba viviendo el Salmo 46:10: "Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios". 

¿Qué significa: "quédense quieto"? 

El hebreo para "quedarse quieto" traduce soltar el control, hacerse débil. ¡Qué idea tan liberadora! En total dependencia de un Dios que nunca nos fallará, hallamos libertad. 

María modeló una adoración tranquila mientras se establecía, permanecía o estaba en compañía de Jesús. Ella permaneció en la Vid y se dio cuenta de que, separada de Dios, no podía hacer nada. 

¿Tu o yo que debemos soltar? ¿Podrá ser nuestro férreo control sobre los horarios? ¿Será decir "sí" todo el tiemp,o dejando así solo las sobras para Dios? 

Debemos quedarnos quietos así podremos saber que Él es Dios. Y no nosotros. 

Inclínate

Papá Dios, hoy te agradezco por el ejemplo de María, quien sabía que el mejor lugar para estar era a los pies de Jesús. Ayúdame, Dios, a soltar la necesidad de controlar a las personas y las situaciones. Ayúdame a permanecer en Ti y a saber que en mi debilidad Tu fortaleza se hace perfecta. Amén.