Encontrando descanso en un mundo atareadoMuestra
María estaba sentada a los pies de Jesús a pesar de lo que los demás pensaran de ella. Como mujer, en la tradición judía, se suponía que debía permanecer tras bambalinas o en la cocina, no se suponía que estuviera sentada con los hombres y escuchara al Rabí. Inclusive, ella eligió dar prioridad a Jesús por encima de las convenciones sociales y las opiniones de los demás.
El apóstol Pablo se refirió a esta misma actitud en Gálatas 1:10 cuando dijo: "¿Qué buscon esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo".
Pocos días antes del entierro de Jesús, esta misma María tomó un frasco de perfume que costaba el salario de un año, lo rompió y lo derramó en los pies de Jesús. Según ciertos cálculos, este perfume podría costar miles de dólares.
Ella sabía que habría opositores; sin embargo, lo hizo.
Sentía un amor sin reservas hacia Él. Lo adoraba, no de manera casual ni como un punto del orden del día, sino de manera extraordinaria, costara lo que costara. Era una adoración reverencial, adoración extraordinaria, quizás incluso adoración irracional. No miraba el reloj o la billetera o la gente alrededor que la señalaban a modo de juicio.
En lugar de eso,ella miraba a Jesús. Le permitía a Él lenarla con su visión y eclipsar todo lo demás a su alrededor.
Inclínate
Padre Celestial, sé que a veces me pongo muy intranquilo(a) y nervioso(a), pues me enfoco en las expectativas u opiniones de otros acerca de mí. Ayúdame a enfocarme en Ti, a permitir que solo Tú llenes mi visión y a deleitarme en Ti. Sé que hay paz duradera en vivir para una Audiencia del Único. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Hay que reconocer que vivimos en un mundo que está girando siempre. Anhelamos la tranquilidad del alma; sin embargo, a menudo, ese descanso profundo parece fuera de nuestro alcance, ¿cierto? En los próximos días, pasaremos algunos minutos dando un vistazo al hogar de María y Marta en Betania, dos hermanas que amaban a Dios, pero que demostraban ese amor de dos formas diferentes. Desde el acontecimiento en Lucas, en el cual Jesús visita a las dos hermanas, así como en otros pasajes de las Escrituras, aprenderemos a encontrar el verdadero descanso solo en Él.
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