Encontrando descanso en un mundo atareadoMuestra

En la lectura de hoy, te asomas a la cocina y ves a Marta cada vez más enojada mientras solo ella es la anfitriona. Casi puedes oír las ollas y sartenes sonar a medida que aumenta su frustración. Ella finalmente invita a Jesús a esta fiesta de lástima que está organizando y le pregunta: "Señor, ¿no te importa...?"

Como Marta, has llegado a pensar para tus adentros: Aquí yo estoy haciendo todo el trabajo y a nadie le importa. 

Como una madre, sé que lo he hecho. De hecho, parece ser el estribillo de mi maternidad. A nadie le importa que hagas la comida, pongas la mesa y laves los platos. Nadie te va a dar un certificado por recoger la ropa que está al lado de la cesta de la ropa sucia y no en la cesta de la ropa sucia. No recibes un galardón por limpiar narices y colitas, el mesón y los baños.

Tal vez tu historia es diferente y te sientes "invisible" en un contexto diferente. Tal vez es en el trabajo o en una relación.

Sin embargo, Dios ve. El ve lo que silenciosamente haces. Cuando nadie está viendo, cuando nadie te da el crédito. 

La Biblia dice claramente que somos la niña de sus ojos. Que somos sus hijos, las ovejas de Su prado. Él cuenta los cabellos de nuestra cabeza.

Marta no tenía que llamar la atención de Dios, ya la tenía por la gracia de Dios.

Tú también la tienes. Él ve, Élconoce y Él cuida. Descansa, hoy en Esa gracia. 

Inclínate

Papá Dios, Tu palabra nos asegura que nos ves. Tú conoces nuestros pensamientos. Cuán íntimamente nos conoces y aun así, sorprendentemente, nos amas con nuestras imperfecciones. Incluso si el mundo no reconoce nuestro trabajo, podemos descansar sabiendo que nuestro trabajo es adoración para Ti. Amén.