Ajetreo Santo: Abrazar una vida de trabajo duro y buen descansoMuestra

Hay legos por toda nuestra casa. Nuestra colección comenzó con solo unos pocos juegos un año en Navidad, y ahora hay contenedoras y contenedores de de pequeños bloques de colores. A medida que mi hija construye, las piezas de Lego mas grandes se usan primero. Ellos son los que preparan el escenario, los que eclipsan las cíen pequeñas bolsas de plástico llenas de partes casi invisibles, necesarias y perfectamente equipadas para su propósito.

A veces no quiero nada mas que ser, como esas piezas de Legos mas grandes, la opción establecida y obvia. Pero las piezas de Lego mas grandes e impresionantes no marcan tanta diferencia una vez que el edificio esta terminado, no como crees que lo harían. Cuando recogí caballos y figuras miniaturas, pequeños erizos, y brillantes copos de nieve, me di cuenta de que a veces la pieza mas pequeña del set tiene el mayor impacto.

Pequeños trozos de plástico transparente, casi invisibles, crean hermosas ventanas.

Pequeños puntos brillantes agregan toques finales a los techos y las mesas.

Las narices de zanahoria completan los muñecos de nieve, y los pequeños patines de hielo adornan los pies pequeños.

A menudo, soy la pieza de acento que juega un pequeño papel secundario. El silencioso eclipsado por la personalidad mas-grande-que-la-vida. Quien asume que soy fácilmente reemplazable o innecesario para el producto terminado — es bueno tenerlo, pero no es un “imprescindible.” Pero que generoso de Dios en crear el cuerpo de Cristo específicamente y intencionalmente para necesitar cada parte — sin importar que tan grande o chico.

¿Te sientes como una de las pequeñas, ignoradas piezas en el juego? ¿Todavía no estas seguro de que lo que parece simple y ordinario y desordenado podría ser parte del sagrado reino que tu corazón anhela ofrecer al mundo? ¿Te preguntas como puedes quedarte donde Dios te ha llamado cuando no estas seguro que el trabajo que te han dado es suficiente?

Tu presencia y tu propósito son importantes. Ya sea que seamos las pieza mas impresionante en una montaña (¡ayudando a otros mantenerse firmes!) o el acento mas pequeño (¡brillando!) glorificamos a Dios cuando nos unimos por Su Reino. Eres insustituible, perfectamente equipado, y increíblemente necesario para el trabajo que Dios ha planeado para ti. En Cristo, podemos hacer mas de lo que podríamos imaginar.