Ajetreo Santo: Abrazar una vida de trabajo duro y buen descansoMuestra
Nos sentamos en las sillas plegables en el gimnasio de nuestra iglesia un domingo por la mañana, habiendo decidido asistir a un servicio más moderno en lugar del servicio regular en el templo. Con cinco servicios dominicales para escoger, nuestra iglesia había encontrado una manera de usar bien sus espacios, recursos y colectividad ofreciendo opciones para invitar a todas las personas, mientras que se mantenían mensajes con fuerte base bíblica a través de sus ministerios. Puedes estar en un gimnasio con un predicador vestido en jeans, pero escucharás el evangelio siendo predicado tan claro como si estuvieras adentro de un templo con un pastor vestido con saco y corbata.
El pasado domingo mi esposo y yo estuvimos escuchando un poderoso mensaje acerca de la generosidad. Al final del servicio, nos preguntaron que haríamos si encontráramos 100 dólares y pudiéramos gastarlos como quisieramos. ¿Qué es lo que nuestra familia necesita más en ese momento? ¿Cómo cambiarían nuestras circunstancias esos 100 dólares? La audiencia compartió algunas ideas: proyectos del hogar, nueva ropa para la escuela, una comida para invitar a toda la familia. En medio del cuarto, una mujer comenzó a hablar mientras lloraba. Ella usaría el dinero para salir con sus hijos una noche, llevarlos a un hotel con piscina, para que pudieran reír, jugar y simplemente estar afuera por algunas horas, lejos del abuso y miedo de la noche anterior. Fue increíblemente honesto, vulnerable y desgarrador.
El pastor la llamó al frente, sacó 100 dólares de su billetera y se los dio a ella. Sin condiciones. "No tienes idea. No tienes idea", ella sollozó. Miembros de la iglesia que estaban sentados cerca se levantaron y la rodearon. Una muralla de oración y apoyo se levantó alrededor de ella mientras lloraba. Nada planeado, algo inesperado, pero un poderoso desafío.
¿Harías algo así? ¿Usarías 100 dólares para ningún otro propósito que el de hacer algo excepcional para alguien en honor y amor, bendiciendo a otros cuando Dios dice "Da"? Ya sea que tengas el dinero en este momento en tu billetera, o necesitas guardarlo durante seis meses, ¿podemos aceptar el desafío? Mientras hacemos el trabajo que Dios nos ha encomendado, seamos buenos administradores de los recursos que Él nos ha provisto, y mostremos a otros que el ajetreo santo es diferente, porque a nosotros nos importa más la gente que el escenario.
La compasión importa.
Escrituras
Acerca de este Plan
Balance. Es lo que anhelamos en nuestra vida cuando escuchamos gritos de: “¡trabaja más duro!” en una oreja, y el susurro: “descansa más” en la otra. ¿Qué pasa si el plan de Dios no es ni la una ni la otra? Entra al ajetreo santo—un estilo de vida con trabajo duro y un buen descanso en maneras que honran a Dios.
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