Gracia y paz para el creyenteMuestra

Orar para crecer en la gracia

La palabra «crecer», viene del griego auxano y significa aumentar, superarse o volverse grande en alguna ciencia o profesión. El verbo en griego está en presente activo, que indica una acción continuada y para entenderlo mejor, lo pudiéramos traducir como «seguir creciendo». Entonces, Pedro exhorta, a no mantenerse estancados después que la gracia de Dios les fue revelada en sus vidas, sino a seguir creciendo en ella, esto es un proceso diario que no debe detenerse en el momento de la salvación.

Crecer en la gracia, no es crecer en las actividades eclesiásticas, en el tiempo que llevamos congregándonos o en el esfuerzo propio para cambiar nuestros malos hábitos, sino crecer en el entendimiento de cómo la obra de gracia, opera en nuestras vidas, formando el carácter de Cristo y llevarnos a la madurez y perfección en Cristo, haciéndonos más efectivos en su propósito eterno. 

El crecimiento, es en la gracia de nuestro Señor Jesucristo, no en la gracia del ministerio de ningún predicador. Hay algunos que han privatizado la gracia como algo exclusivo para ellos, han creado el «imperio de su gracia». La gracia no es propiedad de ningún ministro, aquí leemos muy claramente que, es crecer en la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; y no, en la gracia del ministro que la predica o la enseña.

Crecer en la gracia, no significa que puede ser más justificado de lo que ya es, no se trata de gozar más del perdón, o de paz en la conversión. La justificación, es una obra gratuita y completa, tanto el creyente niño como el maduro, gozan de la misma justificación. Nuestro estado delante de Cristo, no admite grados de aumento o disminución de justificación o salvación, lo que sí necesitamos es aumento o crecimiento en el conocimiento de la gracia de Jesucristo, para vivir completos en Cristo, plenamente efectivos y capacitados para toda buena obra.

Todos los creyentes han recibido la misma gracia de Dios, pero no todos crecen en la misma medida de gracia. Crecer en la gracia de Dios es la mejor evidencia, que alguien posee la verdadera gracia. Las cosas que no poseen vida no crecen, por ejemplo: la cuna de un niño no crece, pero el niño que está la cuna, sí. Una cuerda colgada de un árbol no crece; pero el árbol, sí. Una jaula no crece, pero el pajarito que está en la jaula, sí. Si en nosotros hay vida, de seguro, crecer en la gracia se evidenciará, ya que la gracia, es algo que se ve en la vida de los creyentes vivificados.