El conocimiento de su voluntadMuestra

La fe y el amor están basados en la esperanza

Tanto la fe, como el amor, están basados en la esperanza; aquí se entiende como el contenido de la esperanza, aquello que uno espera. Esta esperanza es completamente segura, reservada en los cielos en donde ningún poder humano o de otro tipo pueda tocarla. Aunque escondida de su vista, esta esperanza está centrada en Cristo como una realidad, y será revelada en su totalidad cuando el reino sea consumado en su plenitud. 

Esta es la razón por la que los creyentes deben dirigir sus mentes hacia los asuntos celestiales y permitir que sus pensamientos acerca de Cristo gobiernen sus vidas. Pablo no estaba diciendo nada nuevo a los colosenses porque ellos ya habían oído de esta esperanza en el evangelio cuando se convirtieron. Esta Palabra de verdad, el evangelio, es totalmente confiable. Es la Palabra de Dios y es semejante a su carácter, la cual se opone al evangelio de los falsos maestros.

Con este preludio, el apóstol Pablo nos enseña que un elemento clave en nuestras oraciones es mantener la gratitud a Dios por la fe, el amor, la esperanza y el evangelio del reino, que nos ha dado el privilegio de recibir y participar de esta gloria eterna.

Todo hijo de Dios necesita entender como dirigirse en una oración profunda y con sentido, que lo lleve a una dimensión de gobierno y autoridad correcta en su vida a pesar de las corrientes y prácticas filosóficas de su entorno. Vamos a considerar los elementos que en esta oración que Pablo nos presenta, nos ayudan a lograr este objetivo. 

Orar con conocimiento produce una conducta piadosa y productiva

A medida que Pablo despliega el contenido de su oración a favor de los colosenses, introduce los temas más importantes de la carta. Así anuncia a los lectores, lo que él piensa que es importante y, por implicación, instan a los colosenses a responder en una forma positiva. En otras palabras, la oración de Pablo es que ellos puedan conocer la voluntad de Dios y tener el poder para cumplirla. 

El vínculo estrecho entre el agradecimiento de los versículos 3–8 y el párrafo en que ora por ellos, de los versículos 9–14 del capítulo 1 de Colosenses, muestra que Pablo era un verdadero apóstol con un corazón pastoral y paternal. Estaba agradecido a Dios por el progreso de los colosenses, pero deseaba también que crecieran en su comprensión y conducta piadosa, que confrontaran la falsa enseñanza que hacía incursión en la iglesia.