El conocimiento de su voluntadMuestra

La herejía de la sociedad colosense amenaza la fe de los creyentes

En ningún lugar de la carta, el apóstol define la herejía; sus rasgos principales pueden ser detectados solamente al reunir las piezas dispersas e interpretar sus argumentos en contra. Se habla en términos de tendencias en vez de un sistema religioso y filosófico con definiciones propias, estaba basada sobre la tradición que pretendía impartir conocimiento verdadero con sus referencias a la plenitud, separada de la plenitud de Cristo, basada en las reglas sobre los alimentos y días sagrados. La enseñanza establecida como filosofía, complaciéndose en fingir «humildad y culto a los ángeles»;  instrucciones específicas acerca de la autodisciplina «no manejes, no gustes, ni aun toques», cosas que tienen reputación de «ser sabias en una cierta religiosidad, humildad y duro tratamiento del cuerpo»; son aspectos que a los creyentes en Colosas, ponían bajo presión externa para conformarse a las creencias y prácticas, por una parte del legalismo judaico, y por otra, del gnosticismo pagano. 

Esta piedad era para una élite espiritual instada a progresar en la sabiduría y el conocimiento y así alcanzar la verdadera plenitud, según ellos. «Humildad», fue un término usado por los oponentes para denotar prácticas de auto negación que abrían al creyente a visiones de los misterios celestiales y a experiencias místicas. Así, según ellos, los iluminados podían lograr entrar a los cielos y unirse a «la adoración angélica de Dios», como parte de una experiencia presente.

De forma similar, en la actualidad, muchas personas a veces creen, que si ordenan sus vidas por una serie de reglas y normas, entonces Dios estará complacido con el servicio que brindan y sus propias obras podrían ser presentados a Él. Estas reglas y ordenanzas pueden aparecer en diferentes áreas de la vida, las esferas: moral, social, ética y religiosa. Una sensación de logro o aun de satisfacción, se siente cuando se guardan las reglas, mientras que se siente vergüenza y fracaso, si no se alcanzan las normas requeridas. Pero todo el esfuerzo es egocéntrico, enfocado sobre el mérito humano.

Hemos visto muchos creyentes caer en un error y legalismo similar al de aquellos falsos maestros de Colosas, pensando que sería correcto pagar el precio ante Dios, aunque sea de una manera limitada, para asegurar la salvación que ha provisto en su Hijo. Por otro lado, algunos pueden pensar, que es necesario seguir las reglas de índole religiosa, con el fin de recibir las bendiciones de Dios y crecer espiritualmente para alcanzar la santidad. Pero todo ese esfuerzo resta valor a la obra redentora de Cristo que fue completa y perfecta, y por medio de la cual, Dios así mismo nos ve completos y perfectos en Él.