¿Cómo oír a Dios?Muestra

Orar es conversar con Dios

Soñemos: permitamos y esperemos que Dios nos dé una imagen mental. En la Biblia encontramos muchos casos en los que habló con una visión. Dejemos que nos dé esa imagen. En ocasiones él se reveló a los grandes hombres con sueños. Pablo nos impulsa a ser sensibles a la percepción espiritual: la capacidad de ver lo que Dios nos muestra. Esa habilidad debe ser desarrollada con los años, en oración, estando quietos y leyendo la Palabra.

Alabemos: expresémosle a Dios nuestro reconocimiento de su excelencia y el amor hacia él. Habacuc le dijo que estaba maravillado por sus hechos, asombrado y agradecido por lo que le habló, y por eso quería manifestárselo a través de una alabanza. 

Oremos: muchos al orar tienen un monólogo, como si hablaran con el techo, por eso les resulta aburrido. Pero se trata es de charlar con Dios; ¡conversar!: hacerle preguntas y esperar su respuesta. Siempre decimos que no tenemos religión, sino relación, pero es imposible tenerla, si no dialogamos con él. Moisés lo hizo y el Señor le dijo que haría lo que le pidiera, pues contaba con su favor y lo consideraba su amigo.

Oro para que este devocional transforme tu tiempo secreto y empieces a conversar con Dios y a escucharlo con atención porque tiene mucho que decirte.