Descanso Sagrado, Plan de 5 díasMuestra

DALTE UN RESTO

No es coincidencia que haya llamado a mi hijo menor Isaías. Fue en el libro de Isaías que comencé a escuchar el corazón de Dios sobre el tema del descanso. La verdad de esta Escritura estaba sobre mis hombros como un chal de cachemir en un día fresco de otoño. Su calidez es de largo alcance y satisfactoria. Su verdad llegó en un momento en que no me quedaban excusas. Estaba en mi punto más bajo, agotado y agobiado. En Isaías 30: 12-15, Dios está hablando a la gente sobre las muchas promesas que les ha dicho que esperen en sus vidas. Grandes promesas que aún tienen que ver. Los retrasos los han hecho escépticos de su fidelidad. Los tiempos difíciles los han hecho cuestionar su amor. Él les explica que no es por Su elección que no hayan visto cumplidas las promesas; es por sus elecciones.

Su respuesta tal como la interpreté: "Odias esta palabra que te estoy diciendo. Prefieres confiar en un sistema que te ha puesto en el suelo y confiar en ese sistema más de lo que te gustaría confiar en Mi forma de hacer las cosas. Por eso estás ahora en esta situación. Desconfías de la verdad, y esa desconfianza es un muro alto que te da miedo atravesar. Pero debes hacerlo, porque permanecer en el sitio te llevará a un colapso, una ruptura que vendrá de repente. Será como un recipiente aplastado sin piedad contra el suelo, dejando en su estela fragmentos irreconocibles. Todo lo que quedará son los fragmentos de la promesa. Escucha ahora la solución. Al regresar y descansar, serás salvo, en quietud y la confianza será tu fortaleza. Pero no estás dispuesto. No estás dispuesto a hacer lo simple. Te resistes a hacer lo que debería venir naturalmente. Prefieres hacer lo que es difícil. Prefieres luchar que descansar. Prefieres trabajar bajo un sentido de obligación que aprender a rendirse a la paz. Prefieres luchar por cada bendición en lugar de confiar en que la bondad te está siguiendo. Prefieres verlo antes de creerlo. Tienes miedo al descanso ".

Tenía razón; Tenía miedo de descansar. Tenía todo el derecho de tener miedo al descanso. El descanso es una propuesta desalentadora cuando has trabajado para todo lo que tienes. El privilegio no vino con mi paquete de nacimiento. Una vida mejor vino con un costo considerable, el más valioso de los cuales fue mi alma. Ya no encontré este precio aceptable en mi vida. Tampoco es aceptable para tu vida. Es hora de darle un descanso. Es hora de parar con las excusas y las razones que tenemos para mantener el status quo. Es hora de dejar de lado la idea de que el trabajo interminable es el fin de los medios. 

Es hora de dejar de tratar de cumplir cada promesa con nuestra sangre, sudor y lágrimas. Es hora de volver al principio cuando se requería descansar, cuando el descanso era sagrado. Cuando la tranquilidad no era una debilidad y la confianza no era algo que temer. Donde los vimos por lo que realmente son, necesitamos ingredientes en una vida que valga la pena vivir. Vuelve al descanso, a la quietud y confía como cuando un ciervo regrese a un arroyo. Regresa a la fuente de tu fuerza, y al hacerlo, estarás a salvo