Anhelar en una manera equivocadaMuestra
Anhelar en una manera equivocada
Prepárate para una frase extraña: Deseo jubilarme. Quizá la jubilación parezca un objeto extraño de deseo, pero el diccionario de sinónimos dice que "deseo" es una palabra apropiada para la añoranza que siento por los «años dorados».
Si hay un grupo del que siento envidia, es el de los jubilados. Sus logros están asegurados, sus reconocimientos cuelgan de la pared y sus trofeos decoran sus estantes. No se les exige más trabajo. El tiempo de los jubilados les pertenece. Cuando entro corriendo al café entre una cita y otra; ellos son los que están sentados sorbiendo su café, leyendo en una sola sentada ese largo artículo del periódico.
Anhelo esa etapa de la vida, particularmente en los días difíciles. Me siento como el pasajero de clase turista que anhela estar en primera clase pensando: Si solo pudiera llegar allá, ¡disfrutaría el resto del viaje! Pero quizá mi deseo no sea tan poco común. El libro de Mark Buchanan, The Rest of God [El reposo de Dios], afirma:
Una respuesta típica hacia sentirse amenazado o cargado es querer huir [...] «Si solo pudiera escaparme de esto» [...] Entonces estaría seguro y entonces podría disfrutar mi vida. Pero [...] una vez que comenzamos a huir de las cosas que nos amenazan y nos cargan, nunca dejamos de huir. 1
Me imagino que los jubilados quizá estén riéndose y diciendo: «¡No es tan genial como parece!». Escuché a una persona jubilada definir su etapa de la vida como: «Despertar sin nada que hacer e irse a la cama sin haberlo terminado». Probablemente ellos añoran mi tramo de la carrera, como asistir a reuniones temprano por la mañana, los memorandos, una casa llena de niños y rematar la tarde compartiendo el coche de regreso a casa. Estoy seguro que el descanso del estrés vocacional no tiene como propósito ver la TV y dormir siestas, sino tener la oportunidad de servir al Señor y amar a la familia y a los amigos.
La jubilación parece ser un deseo bobo. Se asemeja a la mujer que no puede esperar a estar casada; o a la pareja que no puede esperar a tener un hijo; o al adolescente que no puede esperar a salir de casa de sus padres para vivir solo. Si la vida tuviera un botón de avance, muchos de nosotros lo utilizaríamos para alcanzar lo que fuera que consideráramos más atractivo que el programa de hoy.
Nota
1. Mark Buchanan, The Rest of God [El reposo de Dios] (Nash ville, TN: Thomas Nelson, 2006), p 17.
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Escrituras
Acerca de este Plan
Sin importar nuestra edad, a menudo anhelamos la vida de alguien más, especialmente cuando las cosas se ponen un poco difíciles. Somos como la mujer que no puede esperar a estar casada; o la pareja que no puede esperar a tener un hijo; o el adolescente que no puede esperar a salir de casa de sus padres para vivir solo. Pero es en la espera que Dios perfecciona nuestra alma.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en:http://www.bakerpublishinggroup.com/ y http://elcentronetwork.com/ y https://houstonsfirst.org/