Cuénteme un CuentoEjemplo

HISTORIA #4: Él me confió una fortuna En el juego del monopolio, todos comienzan con la misma cantidad de dinero: $1,500, pero en el mundo de Dios no es así; a él le encanta la diversidad en sus hijos y se complace en hacerlos a todos diferentes. Nadie lo tiene todo y nadie carece de todo. Todos tienen talentos. “A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad” (Mateo 25:15). En el sistema monetario del mundo de habla griega del Mediterráneo oriental, un talento pesaba 34 kilos. Haga el cálculo: si Jesús estaba pensando en un talento de plata, eso equivaldría a más de $10,000 dólares en moneda actual. Si estaba pensando en un talento de oro, equivaldría a más de medio millón. El punto: el viajero adinerado les estaba encomendando a sus siervos una gran cantidad de dinero. Confió en ellos; tanto en su honestidad como en su aptitud para los negocios. Dios confía también en usted; le ha dado tiempo, capacidades y habilidades, y dinero para administrar. El Dador lo observa con seriedad para ver lo que va a hacer con esos préstamos. Repita conmigo: Tengo mucho. Todo es de él. Él confía en mí.