Devocional: El esconditeMuestra
Búsqueda incesante
Una y otra vez, la Palabra de Dios nos da un panorama de Su persistente amor por nosotros. De hecho, la Biblia es una gran historia de la búsqueda de Dios por nosotros. Pero creo que una de mis historias favoritas es la historia de Jonás.
Lee Jonás 1-3.
Dios le dió a Jonás instrucciones muy específicas. Y Jonás no obedeció.
"Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor" (Jonás 1:3).
Ahora, Dios no necesitaba a Jonás para llevar a cabo Su plan. Él amaba a Jonás y se rehusó a renunciar a él, incluso cuando él no quería nada con Dios. Él lo amaba tanto que tuvo que tomar medidas extremas para ganar su corazón nuevamente.
¿Busco a mis hijos con un amor tan vigilante? Es fácil buscarlos cuando las cosas van de las mil maravillas, pero cuando se apartan de mi (literal y figurativamente), ¿estoy dispuesta a intensificar más la búsqueda?
Cuando estábamos saliendo con mi marido, él hizo todo lo que pudo para demostrarme que yo era la persona más importante en el mundo para él (y aún lo hace). Él quería pasar tiempo conmigo y conocerme. Él me escribía cartas, y poesías, y canciones para recordarme constantemente su amor por mi. Él buscó mi corazón. No hubo nada pasivo en eso. Fue una búsqueda activa.
De forma similar, nuestros hijos desean ser buscados activamente. Ellos quieren ser conocidos. Ellos necesitan ser conocidos.
"La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida" (Salmos 23:6).
La palabra seguirán aquí es la misma palabra usada en otros pasajes de la Escritura describiendo a alguien que es perseguido o a un ejercito en persecución. Este tipo de seguimiento tiene una misión y un propósito, el de reclamar algo. Dios está en una misión diaria de reclamar nuestros corazones para Él.
Pidámosle al Señor examinar nuestros corazones con respecto a nuestros hijos. ¿Hay algún muro de resentimiento que necesita ser derribado? ¿Cómo podemos intentar conocerlos mejor? Pidámosle sabiduría y entendimiento de cómo hacer la tarea cada día con un amor que busque sus corazones. Y en los días que se alejen de nosotras, busquemos sus corazones más intensamente que antes.
Una y otra vez, la Palabra de Dios nos da un panorama de Su persistente amor por nosotros. De hecho, la Biblia es una gran historia de la búsqueda de Dios por nosotros. Pero creo que una de mis historias favoritas es la historia de Jonás.
Lee Jonás 1-3.
Dios le dió a Jonás instrucciones muy específicas. Y Jonás no obedeció.
"Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor" (Jonás 1:3).
Ahora, Dios no necesitaba a Jonás para llevar a cabo Su plan. Él amaba a Jonás y se rehusó a renunciar a él, incluso cuando él no quería nada con Dios. Él lo amaba tanto que tuvo que tomar medidas extremas para ganar su corazón nuevamente.
¿Busco a mis hijos con un amor tan vigilante? Es fácil buscarlos cuando las cosas van de las mil maravillas, pero cuando se apartan de mi (literal y figurativamente), ¿estoy dispuesta a intensificar más la búsqueda?
Cuando estábamos saliendo con mi marido, él hizo todo lo que pudo para demostrarme que yo era la persona más importante en el mundo para él (y aún lo hace). Él quería pasar tiempo conmigo y conocerme. Él me escribía cartas, y poesías, y canciones para recordarme constantemente su amor por mi. Él buscó mi corazón. No hubo nada pasivo en eso. Fue una búsqueda activa.
De forma similar, nuestros hijos desean ser buscados activamente. Ellos quieren ser conocidos. Ellos necesitan ser conocidos.
"La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida" (Salmos 23:6).
La palabra seguirán aquí es la misma palabra usada en otros pasajes de la Escritura describiendo a alguien que es perseguido o a un ejercito en persecución. Este tipo de seguimiento tiene una misión y un propósito, el de reclamar algo. Dios está en una misión diaria de reclamar nuestros corazones para Él.
Pidámosle al Señor examinar nuestros corazones con respecto a nuestros hijos. ¿Hay algún muro de resentimiento que necesita ser derribado? ¿Cómo podemos intentar conocerlos mejor? Pidámosle sabiduría y entendimiento de cómo hacer la tarea cada día con un amor que busque sus corazones. Y en los días que se alejen de nosotras, busquemos sus corazones más intensamente que antes.
Escritura
Acerca de este Plan
Hay veces que, como madre, solo quieres esconderte, quizás en la despensa con una barra de chocolate, ¿cierto? Esconderte de las tormentas de la vida, del peso de las responsabilidades, del ruido, la rutina. Esconderte de las cosas por hacer, de nuestro título. Solo esconderte, a solas con Jesús, donde le escuchemos llamarnos por nuestro nombre, donde le dejemos rodearnos con Sus cánticos de victoria.
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