Un liderazgo transformadorMuestra
Un liderazgo que levanta a otros
Siempre he dicho que un líder tiene que estar preparando su relevo desde el momento en que asume una determinada responsabilidad. No es posible la continuidad en el tiempo de un ministerio sin un relevo que lleve al siguiente nivel la visión. Por eso es importante incorporar en todo liderazgo piadoso una fuerte convicción asociada al proyecto de levantar a otros para que sirvan plenamente en la viña del Señor. Ahora bien, no solamente preparará a su relevo, sino que también deberá identificar y potenciar a aquellos ministerios nacientes, que van a enriquecer en diferentes áreas el liderazgo en su totalidad, buscando la mayor integralidad en el servicio que desarrolla.
El apóstol Pablo tenía una dinámica de ministerio que garantizaba la continuidad del trabajo allí donde él estuviera. Él siempre levantaba ministerios donde plantaba una iglesia. A su vez, estos que habían sido levantados por Pablo, debían hacer lo mismo con otros. Tito, que era hijo en la fe de Pablo, y en quien el apóstol invirtió muchísimo, al ser enviado a Creta, le fue indicado que levantara líderes en cada ciudad: “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé” (Tito 1:5).
Todo líder está llamado a levantar a otros líderes. En este sentido, también hay que tener en cuenta que el mismo apóstol Pablo enseña que los líderes no deben ser puesto a la ligera, sino que tienen que tener una cualificación correspondiente a la altura de su llamado. Por eso Pablo le dice a Timoteo que no imponga con ligereza las manos (1 Timoteo 5:22). Un líder no es cualquiera, ni cualquiera es un líder. Un líder piadoso y eficaz es aquel cuyo carácter transparenta las virtudes de Cristo. Su vida toda exhibe con claridad el fruto del Espíritu. Su andadura es luminosa, su ministerio es Teocéntrico.
Si bien todo liderazgo ha de levantar a otros con la idoneidad y la cualificación que expresan las Escrituras, tampoco encontraremos gente perfecta, así como nosotros no lo somos, sino hasta que lo perfecto se revele en el futuro escatológico (1 Corintios 13:10). Por tanto, hemos de ver el potencial en otros y confiarle tareas que puedan ayudarles a desarrollar sus dones. Hemos de acompañarlos en el proceso y ser un mentor para ellos. Hay pocas cosas tan bellas como ver reproducido en otros el carácter de Cristo. Levantemos a otros para dar gloria a Cristo. ¡Qué bendito privilegio!
Acerca de este Plan
Todo liderazgo piadoso ha de ser transformador. Dios nos ha llamado a ser instrumentos de cambio en sus manos y para su gloria. Si usamos la Biblia como mapa infalible podremos ser eficaces en esta preciosa tarea. Tenemos que actuar, este es nuestro privilegio.
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Nos gustaría agradecer a Como Jesús por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/osmanycruz/