Ellas: Discípulas De JesúsMuestra

Como ellas, hay más mujeres que aparecen en la narración de los evangelios, pero en conclusión, lo que ocurre siempre es su dignificación por parte de Jesús, y los roles de influencia social, religiosa, económica y familiar que tenían, aunque hubiera un esfuerzo por parte de la sociedad por quitarles importancia y visibilidad.

«El hecho de que no se pueda dirigir la palabra a las mujeres en entornos públicos no significa que no estén allí. Las pruebas de que había mujeres en el mundo de los negocios y de las profesiones demuestran que la invisibilidad social no es invisibilidad real.» (Osiek, 2007)

Por último, el gran acontecimiento que presenciaron primeramente las discípulas de Jesús fue su resurrección. El testimonio de ellas no era nada creíble para los hombres en aquel momento, incluso los propios discípulos, al escucharlas, las tomaron por locas, siendo ellos compañeros de aprendizaje, ya que muchas habían viajado con ellos durante el ministerio de Jesús. Sin embargo, tiene gran validez para la credibilidad histórica que continuaría a lo largo de los siglos, ya que es, precisamente, lo poco lógico que parece que las primeras testigos de la resurrección del Mesías fueran mujeres. Si alguien hubiera querido inventar esta historia, jamás hubiera puesto como testigos inventados a un grupo de mujeres, pues su palabra no tenía ningún valor legal, y su testimonio no era una prueba ante ningún tribunal. Pero ahí está, otra vez, el Señor, dándoles el privilegio de la Buena Nueva, y premiando su fidelidad por tanto tiempo. Además, el ángel les dice que recuerden el anuncio de la resurrección que les hizo en Galilea, es decir, que el propio ángel las reconoce como las seguidoras y aprendices del Maestro.

Como dicen Osiek, Macdonald y Tulloch: «el modelo de discipulado ofrecido por Jesús propugnaba una visión de verdadera igualdad que daba al traste con las barreras de discriminación social.»

A pesar de lo que veas a tu alrededor, de la sociedad, de la cultura que te rodea, o aun de las voces que te hacen sentir invisible, Él te ve. Y no solo eso, como mujer, eres relevante para llevar la Buena Noticia, eres apta, llamada, y escogida. Jesús confía en ti como confió en sus amigas.