Una Vida FructíferaMuestra
En este día y en esta generación, el amor es algo que se predica constantemente, pero a menudo se malinterpreta drásticamente.
Verás, el amor es más que un simple sentimiento, la piel de gallina o las mariposas, pero la Biblia nos muestra que el amor es una elección.
Es una elección que tenemos que elegir para operar en él diariamente. En última instancia, a lo que se reduce esta elección y lo que tenemos que preguntarnos es esto: ¿Voy a vivir una vida por el Espíritu (a la manera de Dios) o una vida por la carne (a mi manera)?
Una de las porciones más populares de las Escrituras a la que la gente se refiere cuando se trata de amor es 1 Corintios 13 “El amor es paciente y bondadoso; el amor no tiene envidia ni se jacta; no es arrogante ni maleducado…”.
Sin embargo, no sé vosotros, pero ninguna de esas cosas me resultan naturales. Cuando alguien me corta el camino o me da una actitud, mi primera reacción NO es paciencia.
Sin embargo, es una elección que debemos hacer.
¿Cómo elegimos vivir una vida arraigada en el amor?
Bueno, en lo natural, si plantas una semilla de manzana, no producirás mangos.
De la misma manera, si vives una vida complaciéndote con tus deseos carnales (plantando semillas de la carne), no producirás nada más que el fruto de la carne (ira, celos, amargura, depresión, ansiedad, ira, y así sucesivamente).
En Juan 15, habla de cómo debemos estar conectados a la Vid (el Señor), y cómo separados del Señor no podemos hacer nada. Puedes estar desconectado del Espíritu y tener un momento en el que muestres amor, pero para que ese fruto crezca continuamente en tu vida, debes permanecer conectado a la fuente. Vivir una vida por el Espíritu es una dedicación al Señor y una muerte a uno mismo. Es una decisión audaz pero fructífera seguir al Señor. Cambias tu amargura por alegría, tu ansiedad por paz y tu ira por amor.
Esto no significa que no enfrentaremos cosas difíciles, o que no habrá momentos en los que te quedes corto, pero cuando te conectas con el Espíritu, el Señor podará las cosas en tu vida que no pertenecen como una planta. La poda no es para nada más que para producir un crecimiento saludable en nuestras vidas, ¡es para nuestro bien!
Rendir tu vida no es un signo de debilidad, sino de fortaleza.
- Ashtin Villa, Director de Cultura y Gestión de Proyectos
Escritura
Acerca de este Plan
El fruto del Espíritu solo se puede encontrar cuando estamos caminando en el Espíritu. Este Plan te ayudará a profundizar en el fruto del Espíritu y detallará cómo nosotros, como creyentes, podemos disfrutar de este fruto.
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