Una Vida FructíferaMuestra
El diccionario Merriam-Webster define el gozo como una fuente o causa de deleite.
Sin embargo, al mirar el gozo a través de un lente espiritual, vemos que el verdadero gozo proviene de experimentar el amor, la sabiduría y la bondad de Dios.
Este gozo eterno de Dios no se puede fingir ni duplicar, no tiene rival; nos brinda el aliento necesario durante los momentos difíciles de nuestras vidas.
Aquí hay cuatro puntos esenciales para entender, recibir y guardar el gozo del Señor:
1. El gozo comienza aceptando a Cristo.
Jesucristo es nuestra fuente de deleite. Aceptarlo como nuestro salvador nos brinda la seguridad interna de que a pesar de lo que nos suceda, Él está con nosotros. A pesar de nuestras circunstancias y de nuestros errores. Él no se da por vencido con nosotros.
2. Mantenemos nuestro gozo cuando permanecemos en Él.
Aceptar a Cristo como tu salvador no es una acción aislada, sino el comienzo de una relación de por vida: es seguir el camino que Él ha dispuesto ante nosotros, y guardar sus mandamientos y, a su vez, permanecer en su amor. Jesús declara esto directamente en Juan, explicando que si permanecemos en Él, su gozo estará dentro de nosotros.
3. Él hace que nuestro gozo sea pleno.
Cristo quiere que vivamos una vida en la que nuestro gozo sea abundante y constante. Él sabe que pasaremos por dificultades, pero también nos ha dado la capacidad de confiar en este gozo para superar los momentos difíciles. Nuestro gozo es completo, y nuestra copa rebosa cuando permanecemos en Él.
4. Nuestro gozo se desborda y fluye en quienes nos rodean.
El gozo es contagioso. Al entrar en una habitación con gente sonriente, risueña y feliz, no puedes evitar devolverles esa sonrisa y sentirte mejor que antes. Lo mismo es cierto con el gozo del Señor. Al mostrar el gozo que Dios nos ha dado, actuamos como herramientas por las cuales Dios brinda gozo a quienes nos rodean. El gozo eterno no es solo para algunos de nosotros, ¡es para todos nosotros!
Seguir estos cuatro puntos esenciales, nos permite tener un gozo interior que nadie nos puede quitar.
Este gozo lo llevamos ante la adversidad, sabiendo que ha sido inculcado en nosotros por Dios, y lo compartimos con todos los que están cerca.
- Diana Villa
Acerca de este Plan
El fruto del Espíritu solo se puede encontrar cuando estamos caminando en el Espíritu. Este Plan te ayudará a profundizar en el fruto del Espíritu y detallará cómo nosotros, como creyentes, podemos disfrutar de este fruto.
More