Dudar de DiosMuestra
El equipo adecuado
La mitad de una renovación es desordenada y caótica, y es por eso que generalmente contratamos un equipo para ayudarnos. Es difícil abordar una fuga por nuestra propia cuenta, a menudo necesitamos que otros nos ayuden a resolver el problema.
Del mismo modo, dudar es algo aterrador para navegarlo solos, y Jesús quiere que se lo llevemos a Él y a los amigos de confianza en nuestras vidas.
Cuando manejamos nuestras dudas por nuestra propia cuenta, nos puede llevar a enojarnos y a ser cínicos. Algunas veces, somos tentados incluso a derribar la casa entera en el proceso.
Pero, la casa no es el problema. Del mismo modo, en nuestra fe, cuestionar nuestras creencias no significa que quememos nuestra fe hasta los cimientos.
En el camino, es posible que descubramos algunas creencias que no están de acuerdo con las Escrituras, y cómo Pedro, podemos necesitar que Jesús nos corrija en el camino. Pero el hecho de que creyeras algunas cosas que no son ciertas no significa que las Escrituras no sean ciertas.
Cómo aprendimos con Tomás, Jesús nos da permiso tanto para tener fe como para buscar evidencia. Podemos creer en la resurrección tanto por nuestra fe en quién es Jesús como por la evidencia que existe a Su alrededor.
Pero tratar de navegar nuestras preguntas por nuestra cuenta es una receta para el desastre. Volvamos a la historia de Tomás.
Cuando Tomás expresa su duda, ha estado lidiando solo con sus pensamientos y sentimientos. Él no estaba con los otros discípulos detrás de las puertas cerradas.
Pero algo cambia en su historia. Los discípulos que le dan la noticia no lo hacen sentir menos discípulo por su duda. En cambio, cuando Jesús le muestra a Tomás la evidencia de Su resurrección, está con sus amigos:
Una semana más tarde estaban los discípulos de nuevo en la casa y Tomás estaba con ellos. … Juan 20:26 NVI.
Muchas cosas pueden cambiar en una semana. Tomás pasó de estar aislado en su duda a tener confirmación de su fe en comunidad.
No sabemos que pasó exactamente en esa semana. No sabemos si los discípulos animaron a Tomás a no darse por vencido.
Pero si sabemos que Jesús apareció cuando estaba con sus amigos.
Cuando estés en medio de una duda profunda, como Tomás, no lo enfrentes solo. Encuentra algunos amigos que lleven tu fe por ti.
En Marcos 2, vemos otro ejemplo de esto. Un hombre paralitico no podía acercarse a Jesús, asi que sus amigos lo cargaron y literalmente abrieron un hoyo en el techo para acercarlo a Jesús.
Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: —Hijo, tus pecados quedan perdonados” Marcos 2:5 NVI.
Si ni siquiera tienes la fe para llegar a Jesús, tus amigos de confianza pueden llevarte allí. Pueden aferrarse a tu fe cuando sientes que no te queda nada. Así que está bien dudar. Simplemente no lo hagas solo.
Ora: Dios, sé que nos creaste para estar en comunidad. Dame la sabiduría y la valentía para saber a quién acudir en el medio de mi duda y mi incredulidad. Gracias por darnos amigos y relaciones que puedan apoyarnos y cargarnos cuando más lo necesitamos. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
¿Qué tal si la duda no es lo opuesto a la fe sino una puerta a una fe más profunda? En este Plan bíblico de 7 días que acompaña a la serie de mensajes del pastor Craig Groeschel, Dudar de Dios, descubriremos que las dudas no te hacen un mal cristiano. De hecho, podrían ser un ingrediente necesario para el discipulado.
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