Los hombres de reino levantándose: un plan de lectura de 8 días Muestra

Ponte en marcha

No debemos esperar que Dios obre a través de nosotros fuera de nuestro hogar o círculo cercano si primero no estamos dispuestos a corregir las cosas dentro de él.

La liberación de la nación de Israel de manos de los madianitas comenzó con un hombre que buscaba un mundo mejor. Comenzó con Gedeón en su propia casa. Antes de que él pudiera enfrentarse al enemigo, tuvo que derribar primero los ídolos de su familia. Dios lo había levantado para una poderosa conquista, pero primero tuvo que demostrar su fidelidad. Antes de que Dios bendijera el trabajo de Gedeón, le pidió que fuera obediente con lo que tenía alrededor.

La fidelidad con lo que tienes ahora, y donde estás ahora, es siempre el primer paso para utilizarla en el reino de Dios. Lo vemos con Gedeón, en toda la Biblia y en nuestras propias vidas. Esperamos que Dios se mueva en nuestras vidas, pero nos negamos a ponernos en marcha. En lugar de eso, nos quedamos parados esperando el momento adecuado, aunque desde el principio Dios ya nos dio todo lo necesario.

Dios quiere que lo sigas desde donde estás. Él quiere que seas fiel ahora, ya sea con tu familia y amigos, incluso en tu barrio e iglesia. No pierdas tu tiempo en visiones de grandeza si no estás dispuesto a ponerte en marcha donde Dios te ha puesto. Esperar "el momento adecuado" puede ser un ídolo tal como cualquier otra cosa.

Experimentamos nuestro mayor éxito espiritual al estar dispuestos a dejar nuestros planes, propósitos, dispositivos y estrategias, y dedicarnos completamente a Dios y a Su camino. A Dios no le interesan los corazones divididos. Él quiere tu atención, devoción y obediencia sin reservas. Quiere que te levantes y te pongas en marcha para vivir el destino para el cual te ha creado.

La vida no se encuentra al sentarse a esperar el momento adecuado ni al buscar que otras personas se levanten y marquen la diferencia. Debes usar tu voz, tus acciones y tu vida para hacer avanzar el plan del reino de Dios en la tierra. Cuando suficientes hombres del reino decidan levantarse por lo que es correcto y justo en este mundo, el enemigo se verá obligado a retroceder. Pero solo podremos levantarnos cuando primero estemos dispuestos a renunciar a los planes y a los ídolos que nos han encerrado durante demasiado tiempo. Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para ponernos en marcha. Tenemos que dar los pasos que Él ha puesto ante nosotros.