Relación(able): Cómo hacer que las relaciones funcionenMuestra
La pala y la cuchara
Quiero hacerte una pregunta: ¿Puedes sentir empatía por otros? Déjame ponerlo de otra manera. Si eres esposo, ¿puedes empatizar con tu esposa? Si trabajas en una oficina, ¿puedes empatizar con tus compañeros de trabajo? ¿Puedes interactuar con otros aún cuando no seas una persona amigable?
La salud de nuestras relaciones y nuestra habilidad de mostrar misericordia a otros están directamente vinculadas a nuestra habilidad de recibir misericordia de Dios. Ahora mismo, Dios nos está ofreciendo cosas maravillosas. Pero, ¿aceptamos todo lo que Él está ofreciendo? Quizás no estamos recibiendo de Dios porque no creemos que somos dignos. O tal vez, hemos sido persuadidos a pensar de que lo que tenemos ahora es mejor que lo que Dios tiene para nosotros. Cualquiera que sea la razón, no somos capaces de recibir el amor de Dios. Y como resultado, somos incapaces de compartir ese amor con otros.
Cuando acudimos a Dios, nos dispensa la gracia y la misericordia con una pala. Dios dice: "¿Necesitas gracia? Pues déjame dártela en abundancia. ¿Necesitas más hoy? Bueno, mis misericordias son nuevas cada día, así que antes de que suene la alarma mañana la estaré derramando en tu vida". Tiene montones de ángeles y montones de palas, y está apilando estas grandes paladas de misericordia sobre nosotros cada día. Pero, ¿qué pasa si no podemos recibirla? Iremos a las personas en nuestras vidas que han metido la pata y les diremos: "Oh, ¿necesitas un poco de gracia? Claro, déjame darte un poco con esta cuchara". Esperaremos más de ellos de lo que queremos que Dios espere de nosotros. Los trataremos de manera diferente a como queremos que Dios nos trate a nosotros.
Es por eso que nuestra capacidad de recibir la misericordia de Dios está en el centro de nuestro rol en reconciliar relaciones rotas. Cuando estamos más propensos a dar la cuchara que la pala, significa que realmente no hemos recibido la plenitud de la gracia de Dios. Significa que sólo creemos que Dios nos ha dado la cucharada de gracia.
Para empatizar con otros, tenemos que entender como Jesús empatiza con nosotros. Tenemos que reconocer que Él asumió las restricciones de entrar a este mundo para poder empatizar con nosotros. También tenemos que reconocer que Jesús no nos da lo que merecemos. Merecemos muerte pero Él nos da vida. También, necesitamos reconocer que Jesús viene de lleno a nosotros. Es misericordioso cuando estamos equivocados, lleno de gracia cuando somos tercos, y nos ama antes de que seamos dignos de amor. Nos ama antes de que seamos capaces de amarle.
De manera que en la misma medida que tú recibes de Dios, le darás a otros, y esto determinará si empatizas con otros. Como Juan dice: "Amados, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios" (1 Juan 4:7). Ese es el objetivo: amarnos unos otros y dispensar misericordia con la pala, no la cuchara, porque reconocemos lo que hemos recibido de Dios.
Responde
¿Qué has aprendido acerca de las relaciones familiares? ¿Cómo ha influido tu familia en tu relación con Dios?
¿Cómo has recibido los maravillosos dones que Dios te ha ofrecido? ¿Has sido renuente? ¿Cómo te ha afectado en tu relación con Dios y contigo mismo?
¿Cómo ha impactado tu relación con Dios en tus relaciones con otros? ¿Estás más dispuesto a dispensar gracia a otros con una pala o con una cuchara? Explícalo.
Escritura
Acerca de este Plan
Este Plan de lectura incluye siete devocionales diarios basados en el plan de estudio de Louie Giglio Relat(able): Making Relationships Work. Este estudio explorará lo que nos hace relacionarnos con otros, cómo Dios puede traer paz en medio del conflicto, y cómo podemos ayudar a restaurar relaciones que parecen rotas sin remedio.
More