El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23Muestra
El Maestro restaurador
Elizabeth Settle
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas. 2 Corintios 5:17 (NBLA)
Tengo un amigo que restaura vehículos; de esos que te hacen voltear a ver mientras vas por la autopista. Sillones rojos, de piel; cromo pulido perfectamente, llantas de cara blanca; cada vehículo es un testigo del amoroso cuidado de su dueño. Antes de que estuvieran listos para la carretera, los levantaron con el gato hidráulico en un taller mecánico y les quitaron el chasís para volver a cablearlos, repararlos y ensamblarlos hasta que tuvieran su diseño original.
¿Te has sentido así alguna vez, destruido y despintado hasta el chasís, con tu vida hecha pedazos? Quizá tú mismo has sido remolcado a un taller espiritual para que Dios, el Maestro restaurador, renueve tu sistema eléctrico, te repare y te vuelva a armar. Él te hizo, Él te guía y Él sabe exactamente cómo restaurarte a tu estado original; tal y como Él te diseñó. El salmo 23:3 declara específicamente que Dios es el Pastor que restaura tu alma. Es decir, nuestra mente, voluntad y emociones.
El Salmo 23 no disimula ni evade la verdad de que la vida es difícil. Atravesamos tinieblas, experimentamos el mal, estamos rodeados por nuestros enemigos. Estas experiencias deforman y agotan nuestra alma, y nos desgastan en la autopista de la vida. Influenciados por el pecado y con un entendimiento limitado, arribamos a conclusiones incompletas acerca de Dios, de nosotros mismos y de los demás. Necesitamos ser restaurados.
Si Dios debe restaurar tu alma hoy, permítele:
- Renovar tu mente, al darte la mente de Cristo (1 Corintios 2:16).
- Reparar tu voluntad, al invitarte a entrar en su voluntad y en su reino (Mateo 6:10)
- Reensamblar tus emociones, al influir en tus deseos y atraerte hacia la alabanza y la gratitud (Salmo 37:4).
Dios sabe que fuiste creado para funcionar, y Él entiende el agotamiento y la disfunción que enfrentas. Nuestro Buen Pastor, Jesucristo, ha venido a guiarte y a restaurarte a tu diseño original. Una vez que Él restaure tu alma en el taller, se complacerá en ponerte en marcha, llevarte a un paseo por la autopista y dejar que los demás te admiren. Tú eres un testimonio del cuidado amoroso de tu dueño.
ORACIÓN
Señor, necesitamos que nos restaures. La restauración suena a esperanza, pero está precedida por la entrega. Ayúdanos a relajarnos en tus manos y a esperar pacientemente en ti cuando nos subas con el gato hidráulico en tu taller. Danos la mente de Cristo. Nos rendimos a tu voluntad como ciudadanos de tu reino. Nos rendimos a tus deseos, agradecidos de que depositas tu bondad en nuestro corazón. Gracias, Señor, por ser nuestro Maestro restaurador. En el nombre de Jesús, amén.
PARA MEDITAR
- Invita al Espíritu Santo para que te muestre las formas en que tu alma está agotada. Escríbelas como un acto de entrega, tanto a la realidad de esas cosas difíciles, como a la realidad del tierno cuidado del Señor. Estáte atento para escuchar cómo responde a tu confesión.
- Pide al Señor que te dé su perspectiva sobre el desafío que estés enfrentando: Señor, ¿dónde estás en esta situación? ¿Qué opinas al respecto? ¿Qué te gustaría mostrarme acerca de ti, de mí y de los demás a través de esto?
Espíritu Santo, ¿qué es lo que me estás diciendo hoy?
VERSÍCULOS PARA MEMORIZAR
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de Su nombre. Salmo 23:2-3
Escritura
Acerca de este Plan
Jesús es el Buen Pastor, quien provee todo lo que necesitamos. Este devocional de 31 días está centrado en un pasaje de la Escritura que ha sido una fuente de fortaleza, paz y consuelo: el Salmo 23. En cada día del recorrido a través de este salmo tan preciado, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre las muchas maneras en que Jesús demuestra su amor y su bondad en nuestra vida.
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