Emociones sagradas - Respuestas bíblicas para cada retoMuestra

En mi experiencia, pocas veces he sido capaz de “arreglar” el comportamiento de las personas problemáticas en mi vida. Responder de forma emotiva a las personas problemáticas nunca produce un cambio duradero. Creo que es posible que Dios te haya puesto en la vida de esa persona problemática para orar por ella, y no tanto para moderar su comportamiento. Hay una ecuación simple que Dios nos da para lidiar con esos miembros irritables y problemáticos de la humanidad: Amor + Oración = Victoria.

La estrategia de Dios rara vez involucra emociones, pero frecuentemente requiere dosis generosas de amor y oración que conducen a un final victorioso. Dios no te creó para ser como un derviche que gira, usando sus palabras para punzar, herir y controlar a las personas. Dios te creó para ser un hombre o una mujer más dedicado al Reino que a sí mismo. Las personas problemáticas pueden escapar de tus palabras, pero nunca de tus oraciones. No podemos y no debemos tener una desconexión entre lo que creemos y cómo tratamos a las personas, sin importar lo difícil que esto pueda ser.

Hay un antídoto para la amargura y la ira, se llama amabilidad. Hay una manera de superar la rabia y la indignación, se conoce como ser bondadoso. También hay una manera de conquistar las calumnias, se trata del perdón.

Solo un cristiano maduro y piadoso es capaz de bendecir a los perseguidores de esta vida. Bendecimos con nuestras lenguas, con las actitudes de nuestro corazón, con nuestras emociones y con nuestras acciones. Puede que algunos penséis: “¡De acuerdo, pero Carol, tú no conoces a mi tía Matilda! ¡Es odiosa de todas las maneras imaginables!” Puede que no quieras escuchar mi respuesta para este tema de tu tía Matilda, pero aquí la tienes: ¡hay alguien que ama a tu tía Matilda, y su nombre es Dios, así que empieza a comportarte como tu Padre!

¿Acaso no somos todos odiosos de una forma u otra? Todos podemos mostrarnos a veces quisquillosos, atrevidos y beligerantes, pero creo que la razón por la que la mayoría de nosotros nos volvemos odiosos es porque en nuestro interior estamos suplicando ser amados. Habrá muchas veces en tu vida en que tu decisión de amar a los puercoespines los desarmará completamente.

Si te niegas a perdonar y bendecir a las personas problemáticas de tu vida, estás en peligro de convertirte en una persona problemática. La ecuación nunca falla y te garantiza la victoria final:

Amor + Oración = ¡Victoria!