Emociones sagradas - Respuestas bíblicas para cada retoMuestra

¿Qué es exactamente el hastío? Esta dolencia del alma no puede definirse realmente como “depresión”, porque todavía eres capaz de desenvolverte cuando eres víctima del hastío. Todavía decides, aunque de manera aletargada, seguir dando pasos. Todavía eres capaz de interactuar con otras personas, aunque tus respuestas no sean brillantes ni vibrantes. Todavía no te has retirado a una cueva, aunque languideces bajo la manta y una larga siesta y un completo silencio son tentadores. Todo el día, todos los días.

Eres capaz de levantarte por las mañanas, aunque te desempeñas solo a la mitad de tu potencial. No estás deprimido, pero tampoco te sientes alegre o excitado por nada. Los días van y vienen en el vacío de una nada gris. Sonríes de vez en cuando, pero la sonrisa nunca llega a tocar tu corazón. Tu ánimo se levantó y te abandonó. Se fue a algún lado, aunque no estás seguro de adónde.

Este es tu plan diario y tu estrategia vital garantizada para combatir el hastío. Cada día que el Señor te ha dado generosamente es una nueva oportunidad para conducirte con alabanzas. Dios te ha dado este día y lo diseñó especialmente contigo en mente. Tiene un plan para ti cada día de tu vida, y siempre incluye una dosis generosa de alabanzas. Si quieres estar seguro de que estás tomando parte en el plan de Dios para tu vida de forma diaria, es fundamental que comiences cada día con alabanzas, que llenes el día de devoción y que lo termines con una acción de gracias. Desde el primer momento consciente hasta el último pensamiento nocturno, toma la decisión de alabar al Señor únicamente y nunca ponerlo en entredicho. ¡No somos personas que culpen al Señor, somos personas que lo bendicen!