¿Quién es Jesús? Parte 4Muestra

Es el fin del mundo

En el capítulo de hoy, Jesús habla mucho acerca de los temas que pueden inspirar el pesimismo. Lamentablemente, muchas personas han adquirido ideas erróneas sobre lo que Él realmente quiso decir. Así que, aclaremos algunos conceptos equivocados.  

Tened cuidado de que nadie os engañe, les advirtió Jesús. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. Oiréis de guerras y de rumores de guerras, pero procurad no alarmaros. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. … Pero, en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre”. Mateo 24:4-6, 36 NVI

Por desgracia, muchas personas leen capítulos como este acerca del fin de los tiempos y caen rápidamente en una de estas dos trampas. Ya sea la trampa del miedo o la de la anticipación equivocada. El objetivo de los pasajes apocalípticos no es intentar predecir el fin del mundo o quedar atrapado en la ansiedad sobre lo que está por venir. Se trata de enseñarnos a permanecer fieles y comprometidos a seguir a Jesús a través de las dificultades inevitables que experimentaremos. 

Como seguidores de Jesús, podemos caminar hacia el futuro con confianza porque conocemos el final de la historia. Nuestro Rey venció la muerte, el infierno y la tumba, y el mismo Espíritu que lo levantó de entre los muertos vive en nosotros. Así que, no importa lo que se presente en nuestro camino, mantenemos nuestros ojos fijos en Jesús. En el relato de Juan, Jesús lo explica claramente: 

“Yo os he dicho estas cosas para que en mí tengan paz. En este mundo tendréis aflicciones, pero ¡tened ánimo! Yo he vencido al mundo”. Juan 16:33 NVI

Lo que Jesús nos revela no es para asustarnos ni para hacernos caer en un frenesí de cálculos para predecir el fin del mundo. En realidad es para que, en Él, tengamos paz. Pensémoslo un momento. Obviamente experimentaremos dificultades. Seguir a Jesús NO es la salida fácil. No es sólo un pase para “salir de la cárcel sin pagar”. Es una invitación a asociarnos con Dios para traer su reino a la tierra como es en el cielo. Jesús le declaró la guerra al infierno y obtuvo la mayor victoria con su muerte y resurrección. Sin embargo, aún existe una fuerte resistencia a través del proceso de limpieza y no terminará hasta que Jesús regrese. Pero mientras tanto, tenemos trabajo que hacer, y no es predecir el fin del mundo, ¡ni siquiera Jesús sabe el momento exacto en que regresará! Nuestro trabajo es continuar el proceso de restauración que comenzó nuestro Rey resucitado. 

Así que, en lugar de permitir que capítulos como este nos asusten, comprendamos que la intención es prepararnos e impulsarnos a vivir nuestras vidas con fidelidad, paz y esperanza. Pues conocemos el final de la historia.