Falta de pazMuestra
Paz en el caos
¿Será posible estar en paz aún en medio del dolor? La respuesta es sí, pero eso no hace que el proceso sea menos doloroso. De hecho, puedes experimentar paz y dolor al mismo tiempo.
Los discípulos y los primeros seguidores de Jesús lo sabían de primera mano. No eran ajenos a las tormentas. Y aunque siempre permanecieron fieles, eso no significa que nunca experimentaran frustración, confusión, duda o ansiedad. Basta con mirar lo que Pablo escribió sobre sus experiencias:
Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión , que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero esto sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos. 2 Corintios 1:8-9 NVI
Pablo no quería endulzar sus experiencias. Él no quería que la gente creyera que encontraron su propósito sin dolor. Tampoco quería enfocarse demasiado en sus sufrimientos como para olvidar lo que Dios estaba haciendo en esa historia.
Tendemos a querer propósito y paz sin dolor. Tendemos a pensar que si algo no va bien, entonces no vale la pena. Pero Jesús nunca nos prometió una vida fácil aquí en la tierra. De hecho, se aseguró de que supiéramos que tendríamos problemas en este mundo. Pero también nos dejó la esperanza y la paz de que Él ya ha conquistado todo.
Y aunque lo haya conquistado todo, todavía nos consuela a través de él. En ese mismo pasaje de 2 Corintios, Pablo escribe sobre cómo experimentaron el consuelo sobrenatural de Dios a través del caos de sus circunstancias. Y lo presenta como una oportunidad para que nosotros extendamos ese mismo consuelo a otros.
Enfrentaremos tormentas en esta vida. Pero esas tormentas a menudo revelan la condición de nuestra fe. ¿Respondemos viendo el significado de nuestro sufrimiento? O, ¿nos enfocamos en las preguntas equivocadas?
En Marcos 4, leemos acerca de una tormenta real que los discípulos estaban atravesando. Sufrían el embate del viento y las olas, y temían ahogarse. Jesús, mientras tanto, dormía en el bote. Los discípulos hicieron lo que haría la mayoría de nosotros. Desesperadamente despertaron a Jesús y le preguntaron:
… “—¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos?” Marcos 4:38 NVI.
¿No es esa la pregunta que estamos más tentados a hacer durante las tormentas de nuestras vidas? ¿Dios, no te importa?
Jesús responde calmando la tormenta, pero también desafiando su comodidad. No sólo le importaba resolver el problema sino también preguntarles el estado de su fe.
Cuando sabemos quién es Jesús, podemos confiar en que a Él le importan nuestras tormentas y que está con nosotros mientras duren. Entonces, ¿podemos tener paz en medio del dolor? Sí. Pero se requiere fe — confiar en que nuestro dolor tiene un propósito y que nuestro Dios es inmutable durante el proceso.
Acerca de este Plan
¿Es realmente posible expermientar paz cuando la vida es dolorosa? La respuesta corta es: sí, pero no en tus propias fuerzas. Después de un año que nos ha hecho sentir abrumados, muchos de nosotros hemos quedado con muchas preguntas. En este plan biblíco de 7 días, que acompaña a la serie de mensajes del pastor Craig Groeschel, descubriremos cómo encontrar la paz perdida que todos anhelamos.
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