La Economía Del ReinoMuestra
EL ESFUERZO
Hace falta esfuerzo para amar, pensar, oír, hablar, respirar, ver, etc... Desde que somos concebidos en el vientre maternal, ya el cigoto, y después las células madre de la mórula, se esfuerzan frenéticamente para multiplicarse, y cumplir el propósito para el cual están creadas y unidas, que es el de formar una persona, un ser humano; así hasta su final.
2ª Timoteo 2:6: “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.”
Hasta tres veces, como tres martillazos, repite Dios el mensaje a Josué.
Josué 1:6-9: “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”
Noche y día trabajaba Pablo, física y espiritualmente. ¡Qué ejemplo de entrega y sacrificio! ¡Qué esforzado hombre de Dios! Así hemos de ser nosotros, pues el Señor le permitió que nos dijera, desafiantemente, que seamos sus imitadores, como él lo era de Cristo.
Esforcémonos y manos a la obra, pues Salomón obedeció a Dios para construir un templo corruptible, como sombra del templo perfecto y eterno, mientras que nosotros tenemos el privilegio de construir la iglesia de Cristo, para que sea su esposa por la eternidad.
¡Vamos, todos unidos! a labrar, despedregar, sembrar, abonar, regar y cosechar, tanto bienes materiales como almas, con todo el esfuerzo que podamos, físico, psíquico y espiritual, y muy especialmente con la potencia del Espíritu Santo. De esta manera, ¡Con toda seguridad! Tendremos cosechas sobreabundantes.
Con esta llave de oro del esfuerzo, abrimos la puerta del muladar, recibiendo autoridad sobre las importantes riquezas que suponen las ganaderías del mundo, haciendo que los mulos, los ignorantes e incrédulos, los extranjeros, ciudadanos del mundo, y todos nuestros enemigos, trabajen para rendirnos el fruto de sus fuerzas, porque serán nuestras bestias de carga, y todo lo que consigan, en su duro trabajo, nos lo entregarán, como botín de guerra, por edicto de nuestro Rey y Señor.
Perseveremos, pues, hasta el fin, con espíritu esforzado, para conservar la mayordomía en el palacio de Dios, como porteros santos. Que pueda decirnos, al darle cuentas, que habiéndonos hallado fieles, en lo poco que nos encomendó, nos pondrá sobre lo mucho, dándonos entrada a su santo gozo donde recibiremos la herencia eterna prometida.
Miguel Díez
Escritura
Acerca de este Plan
Dios es Ecónomo perfecto y administra con total sabiduría su casa. El quiere formar a sus hijos, sus discípulos, como administradores a su imagen, instruyéndoles, por medio de la Palabra, para que sean mayordomos fieles en la tierra, impartiendo la justicia distributiva, y pasen a ser reyes y sacerdotes en la eternidad, para dirigir con Él la verdadera y eterna felicidad que reinará en los ciudadanos del Reino de Dios.
More
Nos gustaría agradecer a la Iglesia Cuerpo de Cristo por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://escuela.cuerpodecristo.es/