Vivir renovado: ProvisiónMuestra
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Un devocional con Crystal
Cuando sentimos que tenemos todo bajo control, podemos fácilmente centrarnos en nosotras mismas y olvidarnos de las necesidades a nuestro alrededor. A veces, nos es necesario experimentar una gran necesidad en nuestra vida para encontrar a Dios de manera diferente.
Toda mi vida hasta el divorcio, nunca tuve honestamente ninguna necesidad física sin llenar. Tomé por sentado que las cuentas siempre estaban pagadas y siempre había alimento disponible. Nunca me detuve a pensar dónde conseguiría ropa, suministros escolares, o alguna cosa que necesitara.
Luego, después de casi 10 años de matrimonio, con dos hijos pequeños y otro en camino, mi esposo se fue y se mudó a casi dos horas de distancia. De repente, yo era una mamá soltera con un ingreso parcial y poco apoyo por parte del papá de mis hijos. Sentí el dolor de tener necesidades porque no ganaba el dinero suficiente para pagar lo que necesitábamos para vivir. Entonces, clamé a Dios y me volví vulnerable con mi familia de la iglesia.
Sorprendentemente, al experimentar la pobreza, experimenté simultáneamente la generosidad. La ayuda surgió a través de otros creyentes que daban su tiempo, dinero y recursos para apoyar a mi pequeña familia. Estaba abrumada por el amor de ellos hacia nosotros y recuerdo decirme que algún día, de alguna manera, quería hacer eso por alguien más.
Años después, di mis primeros pasos para vivir una vida de generosidad al comenzar a dar la décima parte de mis ingresos a Dios a través del diezmo, y luego, comencé a ofrecer mi tiempo para servir en la iglesia. Di de lo poco que tenía porque había experimentado personalmente el poder de la generosidad.
Ahora, 10 años después, aún soy una mamá soltera pero mi vida es muy diferente. Aprendí a administrar lo que tengo y vivo dentro de mis medios. Incluso pude comprar mi casa con mis ingresos mientras priorizaba ayudar a otros.
Amo que Dios me haya escuchado ese día cuando dije que quería ‘pasar’ la generosidad que yo había experimentado como mamá soltera—agotada, afligida e incapaz de proveer para su familia. Me siendo increíblemente humilde al haber podido ser parte de la provisión para otra mujer de la misma manera una y otra y otra vez.
Tal vez seas como yo y tus circunstancias sean difíciles y tus recursos, pocos. Tal vez la generosidad da miedo y se siente difícil. Lo entiendo. Comienza con poco y recuerda que cada gran viaje requiere la valentía del primer paso. Dios te ve y quiere enseñarte a confiar en Él, sin importar cuán mucho o poco tengas.
Oramos para que este Plan haya desarrollado tu fe en el poder de la provisión de Dios y animado a dar tu próximo paso para confiarle a Dios tus finanzas.
Oramos para que Dios haya usado este plan para ministrar tu corazón.
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Acerca de este Plan
Servimos a un Dios generoso que promete proveer para nuestras necesidades diarias. Aunque no concede deseos, obra milagros. Dios se deleita en darnos regalos porque a Él le importamos profundamente, hasta en los pequeños detalles. En este Plan de 5 días se explorarán historias sobre la provisión de Dios, se desarrollará tu fe, y te animará a colocar a Dios en tus finanzas.
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