Vivir renovado: ProvisiónMuestra

Bendiciones a través de la rendición

Un devocional con Harmony

Muchas de nosotras luchamos para soltar el control. Creemos que si solo saliera todo como lo hemos planificado, tendríamos nuestra mejor vida. Lo gracioso es que cuando rendimos el control a Dios, obtenemos lo mejor de Él para nosotras, que es mucho mejor que nuestros planes.

No fue hace mucho cuando yo estaba sentada en la sala de espera de hospital mientras los médicos le extraían a mi esposo el segundo tumor cerebral en menos de tres semanas. Mientras esperaba el informe de neurocirujano, los amigos me pidieron una lista de cosas que podían hacer para ayudar a mi familia durante ese tiempo estresante. 

Lo primero en la lista era vender nuestra vieja camioneta. Había estado descompuesta frente a nuestra casa los últimos meses. Sospechábamos que necesitaba una nueva transmisión, pero ni mi esposo ni yo teníamos la energía para ocuparnos de eso. En pocos días, la camioneta fue reubicada y teníamos una carga menos. 

Una familia hizo los arreglos para estacionar la camioneta en una ubicación con alto tránsito, otra familia la remolcó hasta allí, y una tercera familia agregó su número de teléfono al rótulo de “Se vende”. Con estas familias trabajando juntas rápidamente se adecuaron los precios y una persona llamó casi inmediatamente para consultar sobre la compra de la camioneta. 

Mientras tanto, me encontré con una conocida y me preguntó sobre mi nueva camioneta estacionada afuera. Era la misma marca y modelo de una que ella estaba pensando en comprar y quería saber si me gustaba. Le dije que me gustaba tanto que cuando mi vieja camioneta se descompuso, ¡compré la misma marca y modelo otra vez! 

Me dijo que ella había estado orando por una camioneta específica, una color vino tinto con interior beige. Recientemente, ella había estado conduciendo por una carretera por la que normalmente no pasaba y vio una camioneta vino tinto en venta. Llamó al número y le contaron la triste historia de la familia que necesitaba vender la camioneta y cómo el esposo estaba batallando contra el cáncer de cerebro… Nos vimos y ella se dio cuenta de que ¡era mi familia y mi camioneta! Emocionada por haberse dado cuenta, me preguntó sobre el color del interior. Beige. 

Dios nos proveyó a ambas de una manera orquestada única y completamente inesperada. Con todas las piezas movibles y personas involucradas, el camino de Su provisión fue tan complejo que nunca me hubiera imaginado la ruta o el arreglo del resultado. 

Cuando la vida te golpea sin piedad y te sientes abrumada por tus circunstancias, te animo a que te abras camino a través del miedo y le entregues el control a Dios. Cuando rindes todo a Él, le das espacio para trabajar. Créeme, Su plan para ti es mejor de lo que puedas pedir o imaginar. Él es el camino, Su camino es la paz y abundancia.