El amor se relantizaMuestra

Crea espacios

Un viajero es más feliz cuanto más ligera es su carga. Marcus Felix.

Dirijo equipos de mochileros para escalar el Machu Picchu, el monte Kilimanjaro e ir tras las huellas de Jesús por Israel.

La mayoría de la gente lleva demasiadas cosas en su mochila para esas caminatas. Ésto puede dificultar el viaje. Así que, la noche anterior hago que todos pesen su mochila y les hago quitar lo innecesario. Esto es algo muy emotivo. Ellos se preocupan por si se quedan sin algo importante. Pero conforme la caminata progresa, suelen agradecer que les haya hecho sacar cosas. Esto hace que su caminata sea más agradable. 

La vida se parece mucho a esas excursiones. Todos tenemos cosas que cargamos con nosotros que creemos que necesitamos. Como un excursionista que añade piedras a la mochila por si se encuentra con un oso, nosotros añadimos cosas que pensamos que nos darán seguridad, conexión y control. Pero esto se vuelve cada vez más pesado. Y nos cansamos, enfadamos y frustramos. 

Solo podemos cargar una cantidad limitada de tiempo, dinero y energía. En algún momento tenemos que frenar y mirar lo que estamos cargando. Puede que tengamos que dejar algunas cosas buenas atrás para hacer sitio a lo más importante. 

La pregunta es: ¿Qué estoy llevando en mi mochila para la vida? 

Jesús redujo lo importante a dos cosas: 1) Amar a Dios 2) Amar a la gente. (Mateo 22:37) En ese orden. Nuestra máxima prioridad debe ser siempre dar nuestros mejores recursos a Dios y luego a la gente. Eso es lo que Dios valora. Cuando damos lo mejor de nosotros a lo que Él valora, eso nos llevará a la paz, al gozo y a la plenitud. 

En el versículo de hoy, Jesús dice que sabe que estamos preocupados por lo que nos pondremos y comeremos, nuestra seguridad, conexión y control, pero dice que si queremos que todas esas cosas se cumplan, necesitamos: "buscar primero el Reino de Dios y su Justicia". Obtenemos lo que más necesitamos buscando lo que Dios quiere, su orden. Lo que significa que podría haber algunas cosas buenas que tenemos que dejar atrás para amarlo a Él y a las personas que Él nos ha dado en nuestras vidas: nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestra familia, nuestra comunidad de la iglesia. 

Si el dar lo mejor de tu tiempo, dinero y energía a Dios y a la gente se siente como una carga, entonces podría ser el momento de sacar algunas cosas de tu mochila. Deja ir lo bueno para hacer espacio para lo mejor, lo que Dios dice que es lo más importante. Tú puedes estar seguro que cuando busques su Reino primero hará que la ira, la ansiedad y la frustración disminuya. Y Él proveerá todo lo que necesites.