El amor se relantizaMuestra

Hecho para el amor

Todos queremos ser amados. 

Queremos dar y recibir amor. Pero la mayor parte del tiempo, nuestras vidas están llenas de frustración, prisa, ira y ansiedad. Pero no tiene por qué ser así. Dios quiere darte los frutos del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Todo está ahí para que lo tomes si desaceleras y te concentras en las cosas correctas. 

En este devocional, quiero ayudarte a frenar, liberar tu ansiedad, enojo y frustración, y reemplazarlo con el amor de Dios. Quiero mostrarte cómo el amor de Dios es en realidad la respuesta para cada desafío de tu vida en este momento. 

Para empezar, probablemente te preguntes: ¿Por qué no puedo desacelerar? 

Gran pregunta. La respuesta simple es la siguiente: tienes algunas esperanzas y sueños para ti y tu familia y todo lo que te rodea son potenciales desafíos y amenazas para lograr todo eso. Deseas básicamente tres cosas:

· Seguridad (física, financiera, emocional) 

· Conexión (relaciones, sentirte valorado y aceptado) 

· Control (empoderamiento, libre albedrío, elecciones y opciones) 

No tiene nada de malo querer todo eso. Dios nos hizo así. Pero Él nos creó para satisfacer todas esas necesidades en Él. 

Adán y Eva tenían seguridad, conexión y control (libre albedrío) en el Jardín del Edén. Pero al pecar, fueron separados de Dios, la satisfacción perfecta de esas necesidades. Inmediatamente sintieron miedo. (Génesis 3:10) Todos hemos sentido miedo desde entonces. El miedo conduce a la ira, la ansiedad y la prisa. La buena noticia es que, gracias a Jesús, estamos reconectados con el amor perfecto de Dios que satisface todas esas necesidades, si las buscamos en Él. 

Hemos sido creados desde el amor, creados para el amor y estamos llamados a volver al amor. 

El amor de Dios ofrece la seguridad, la conexión y el empoderamiento / control que estamos buscando. Tómate un momento para pensar en esos tres sueños. ¿Cuál dirías que en este momento estás buscando más? Piensa en cómo sería tu vida si esa necesidad estuviera satisfecha. Luego lee el versículo de hoy y trata de asimilar que el amor perfecto de Dios es la fuente de todo lo que buscas.