Amor y PérdidaMuestra
Cómo Nos Vemos A Nosotros Mismos
El dolor a menudo afecta a todas las áreas de nuestra vida. A veces cambia la forma de pensar sobre nosotros mismos. Cuando perdimos a nuestro primer bebé, yo (Ashley) pude adorar a Dios en la sala de emergencias. Con el segundo, recuerdo el eco que escuché mientras pateaba y gritaba, “¡Nooo!” Con el tercero, susurré: “¿Qué te pasó pequeño?”
Con cada una de estas experiencias, recuerdo haber llevado mi dolor a Dios, pero mis métodos y emociones cambiaron. La forma en que me veía a mí misma cambiaba con cada pérdida. Pude aceptar la primera pérdida un poco más fácil, pero después de la segunda pérdida, me enojé mucho con mi cuerpo por no proteger a mi hijo. Con el tiempo, he hecho todo lo posible para agradecer a Dios por mi cuerpo, pero durante ese tiempo, mis carencias eran casi todo lo que podía ver.
¿Cómo ha afectado tu pérdida la forma en que te ves a ti mismo? ¿Has sentido que nadie ve tu dolor? ¿O quizás incluso que Dios no ve tu dolor? Apocalipsis 21:4 dice que Dios enjuagará cada una de nuestras lágrimas. Para que Él enjuague nuestras lágrimas, tiene que vernos y reconocer nuestro dolor. Así que Él nos ve.
Él te ve.
Otro versículo al que nos aferramos dice: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.” (Salmos 34:18).
Oremos.
Dios,
Dame ojos para verme como Tú me ves. A veces me siento tentado a pensar negativamente sobre mí mismo, pero necesito que me ayudes a acercarme a Ti. ¡Me haces mejor, y cambias mi perspectiva! Lléname de amor por mí mismo.
Amén.
Escritura
Acerca de este Plan
¿Has perdido a alguien o algo que amas a causa de la muerte, el divorcio u otra tragedia? En Amor y Pérdida, Chuck y Ashley Elliott guían a los participantes para que reflexionen sobre su camino, identifiquen los elementos invisibles del dolor y den los pasos necesarios para replantear y reconstruir sus vidas, al tiempo que señalan las Escrituras como fuente de esperanza y dirección.
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