Reinicia tu mente: revisión de pensamientos tóxicosMuestra

Captura tus Pensamientos

Llevar cautivos nuestros pensamientos significa controlarlos en lugar de dejar que te controlen a ti.— Priscilla Shirer

Fuimos creados a la imagen de Dios y somos sus obras maestras. ¿Cómo serían nuestras vidas si viviéramos habiendo creído esa verdad? La razón principal por la que no lo hacemos es porque hemos dejado que esos pensamientos corran desenfrenados en nuestra mente. No podemos dejar que ellos dicten nuestras vidas—debemos elegir capturar nuestros pensamientos. 

Llevar cautivos nuestros pensamientos será una de las batallas más duras en las que participaremos. Es mucho más fácil solo entretener los pensamientos tóxicos. El esfuerzo llega cuando participamos en la batalla. Aun si entretenemos esos pensamientos podemos llevarlos cautivos. Realmente es mejor hacerlo tarde que nunca. 

Cuando la Biblia dice que tomemos nuestros pensamientos cautivos, significa que tenemos el poder de hacer algo al respecto. Como Cristianos, el mismo poder que levantó a Jesús de la muerte vive en nosotros. Con la ayuda del Espíritu Santo, nosotros podemos manejar nuestros pensamientos. 

Aquí un ejemplo: Digamos que hay alguien en tu vida a quien necesitas perdonar. Cada día recuerdas lo que te hicieron. Parece que no puedes soltarlo o sanar. Puede que empieces a tener pensamientos como, “en realidad no necesito perdonar esta persona” o “Lo que me hicieron es imperdonable”. Esos son los pensamientos negativos que necesitas llevar cautivos. Reconoce que eso te está causando confusión interior. Luego, escoge la verdad de la palabra de Dios. Puedes incluso orar, “Dios, estoy escogiendo poner estos pensamientos a un lado en lugar de entretenerlos. Sé que me has perdonado de mucho en mi vida. Ayúdame a extenderle el mismo perdón a esta persona”.

Y luego lo haces una y otra vez hasta que “cuaje”. Sabrás que se está produciendo la curación cuando recuerdes la situación y la punzada de dolor no sea tan intensa. Lo verás como algo que te pasó—en el pasado— no algo que te está pasando—en el presente.

¿Por qué es importante parar esos pensamientos? 

• Porque van en contra de lo que Dios desea y nos impiden vivir una vida llena de gozo. 
• Para gastar nuestra energía mental en cosas que construyan en lugar de que destruyan.
• Para que no controlen nuestras mentes, que a su vez controlan nuestras acciones. 

Cada día es un nuevo día. Tenemos un nuevo conjunto de horas para vivir las vidas que traerán gloria a Dios y gozo a nuestras almas. Sólo tenemos que reconocerlo y despertarnos con una nueva determinación de ser el dueño de nuestros pensamientos, y no al revés. 

Reflexiona

• ¿Qué pensamiento tóxico recurrente necesitas tomar cautivo hoy? Llámalo como es—una mentira.
• Encuentra un versículo que haga caer esa mentira. Cuando tengas ese pensamiento, captúralo y pronuncia el versículo en voz alta. Hazlo tantas veces como necesites.