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La eliminación implacable de la prisaMuestra

The Ruthless Elimination Of Hurry

DÍA 4 DE 5

La prisa es incompatible con la paz

Al finalizar nuestra semana sin prisas, llegamos al tercio final del triunvirato del reino de amor, gozo y paz. Y guardamos lo mejor para el final.

Es bastante obvio que la paz es incompatible con la prisa.

Si no me crees, la próxima vez que llegues tarde para “tomar” un vuelo, o diez minutos tarde para una cita, o te hayas retrasado en una tarea, haz un inventario interior y observa si sientes el profundo shalom de Dios en tu alma. ¿Sientes una sensación de calma presente y arraigada? ¿O algo más?

Y, sin embargo, seguimos metiendo más y más cosas en nuestras vidas ya sobrecargadas, lo que nos obliga a acelerar a un ritmo frenético y rara vez a disminuir la velocidad lo suficiente como para experimentar la paz de Dios. Por supuesto, no todo el ajetreo es malo. Hay un tipo de actividad que implica no desperdiciar tu preciosa vida en cosas triviales. El problema no es tener mucho que hacer, sino tener demasiado que hacer, donde la única manera de hacerlo todo es apresurarse y, como resultado trágico, desconectarte del amor, del gozo y de la paz.

En nuestra cultura, la lentitud es un término peyorativo. Cuando alguien tiene un coeficiente intelectual bajo, lo llamamos lento. Cuando el servicio en un restaurante es pésimo, lo llamamos lento. Cuando una película es aburrida, nuevamente, nos quejamos de que es lenta. Por ejemplo, en el diccionario Merriam-Webster: “mentalmente torpe: estúpido: naturalmente inerte o lento: falto de preparación, prontitud o voluntad”.

El mensaje es claro: lento es malo, rápido es bueno.

Pero en el reino al revés, nuestro sistema de valores está patas arriba: la prisa es del diablo; lento es de Jesús, porque Jesús es a lo que el amor, el gozo y la paz se parecen en carne y hueso.

Ejercicio para el día: Un momento de quietud

Tómate unos minutos –idealmente al comienzo de tu día, o cuando mejor te funcione– y simplemente no hagas nada. Simplemente nada . Quédate en silenciosa actitud de amor ante Dios. Siéntate allí el tiempo suficiente para que la paz de su Espíritu brote dentro de tu cuerpo. Dale gracias por ello.

Pregunta de lectura: Cuando entro en una habitación, ¿traigo conmigo un espíritu de paz o de ansiedad?

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

The Ruthless Elimination Of Hurry

La prisa no solo te hace sentir cansado, es el mayor enemigo de tu vida espiritual. En "La eliminación implacable de la prisa", John Mark Comer propone cuatro prácticas realistas para mantenerse emocionalmente saludable y espiritualmente vivo: 1) Silencio y soledad, 2) Sabbath, 3) simplicidad, y 4) desaceleración. Es el Camino sin prisas de Jesús.

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Nos gustaría agradecer a WaterBrook Multnomah por proporcionar este Plan. Para más información, visita: https://waterbrookmultnomah.com/books/600096/the-ruthless-elimination-of-hurry-by-john-mark-comer-foreword-by-john-ortberg/