Afanosos por NadaMuestra

¿Te has sentido culpable alguna vez por ser un cristiano el cual no está «afanoso por nada»?¿El tener ansiedad hace que tengas más ansiedad por el hecho de que supuestamente no deberías tenerla? Lori estaba en el mismo barco hasta que descubrió una cosa que lo cambio todo. 

Mi matrimonio estaba en ruinas. Estaba asumiendo toda la responsabilidad de criar a tres hijos, dos de ellos adolescentes (Señor, ¡ayúdame!), por mi sola. Trabajando, cocinando, limpiado, compartir coche, arreglar, finanzas, apoyar, amar, proporcionar—estaba todo sobre mí. Mi ansiedad estaba por las nubes, y no sabía que hacer con ella. 

Estaba intentando todo lo que se me venía a la mente: consejería, meditación, música, ejercicio, recitar las Escrituras,¡tú solo dilo! Nada parecía quitarla. No me malinterpretes, estaba siendo ayudada al realizad tales cosas. Aprendí a utilizar las herramientas que necesitaba para centrarme de nuevo en Cristo. Pero seguía luchando. Mirando atrás, una cosa de la que me doy cuenta que no estaba intentando era «no intentarlo».

Si buscas en las Escrituras, encontrarás una gran cantidad de versículos sobre la preocupación. Lo sé porque estaba una fórmula mágica que me ayudara a conquistarla de una vez por todas. En mi búsqueda, encontré algo inesperado. Tienes que prestar atención para verlo, pero en estos versículos hay instrucciones implícitas del Padre para no hacer nada. Sí, de verdad—nada.

En Mateo 11:28 NVI, Jesús dice, «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.» El está haciendo el trabajo aquí, no nosotros. Solo tenemos que ir a Él.

En Juan 14:27 NVI, Él dice, «La paz les dejo; mi paz les doy …» ¿Estás sintiendo ya el tema principal? Él nos da paz. Él nos da descanso. Nosotros no hacemos nada. 

De nuevo en Mateo 6:25-34 NVI, este famoso pasaje nos indica que no nos preocupemos, para Dios que incluso «viste como los lirios en el campo», ¿así que cuánto más Él cuidará de nosotros? De nos dio que «busquen primeramente el reino de Dios … y todas estas cosas les serán añadidas» to us. Eso es—¿lo has captado?¡Les serán añadidas!

Dios es un dador. Él tiene las respuestas, y Él tiene nuestra espalda. Algunas cosas simplemente non podemos hacerlas por nosotros mismos, pero es exactamente como Él lo ha diseñado. Para que nosotros lo necesitemos a Él.

Todas esas cosas por las que me preocupaba se acabaron, de una manera o de otra. No fue hasta que me tomé un respiro, descansé, vine a Jesús de verdad, me quedé callada, dejando todos los detalles, diciéndole a Dios que confiaba en Él plenamente—y después aprendí a no hacer nada—que finalmente encontré la paz. Últimamente, mis oraciones se han ido convirtiendo en menos tratar sobre mi situación y más tratar sobre confiar en Él. 

Si tú necesitas hacer lo mismo, te recomiendo encarecidamente que descanses en Él. Puedes confiar en Él. Esto es lo que oro cuando me siento sobrepasada por la ansiedad de nuevo: 

Querido Señor,

Vengo a ti hoy pidiéndote ayuda. Tú eres mi todo. Señor, necesito descanso. Te doy a ti mi preocupación. Tómala, Señor. Acepto tu paz, amor y entendimiento. Ayúdame a volverme a Ti y no a mí misma. Ayúdame a parar de hacer y empezar a confiar. Ayúdame a esperar por tus respuestas, porqué sé que ellas son buenas. Dame sabiduría, esperanza, y paz. Gracias, Señor, por tu paciencia y gracia. Te quiero, y sé que tu me amas más de lo que pueda imaginarme alguna vez.

Amén.

-Lori